Se calienta el debate social

La Comisión Nacional de Derechos Humanos de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), rechazó el uso de la fuerza pública autorizada por el alcalde Petro para contrarrestar las protestas de la semana pasada de los usuarios del sistemas Transmilenio.

La Comisión de la MANE dice que las protestas de la sociedad capitalina se justifica ante el (…)”elevado costo del pasaje de Transmilenio, sumado a las condiciones inhumanas de hacinamiento en el que millones de Bogotanos se movilizan diariamente, la poca frecuencia de articulados y el mal servicio prestado a los usuarios, que tienen su origen en otorgar los beneficios a unos intereses financieros particulares y no al pueblo bogotano”.

Vea el siguiente enlace que le proporciona El Satélite:

Declaración de la MANE

¿División a la vista?

En momentos en que la MANE se prepara para reasumir sus discusiones con el gobierno nacional sobre la reforma universitaria que intenta introducir el principio de la privatización educativa en este campo, la dirigencia estudiantil parece dividirse en torno a los acontecimientos registrados en Bogotá contra el sistema Transmilenio que desembocaron en un vandalismo de marca mayor.

Sobre el particular, el llamado Consejo Nacional Superior Estudiantil de Colombia (CONSEC), emitió una declaración suscrita por los coordinadores Elkin Pérez, Jhoan Manuel Rodríguez y Diana Cañón en la que, reconocen la razón de la protesta, pero censuran el silencio de la MANE sobre los hechos vandálicos que rodearon el movimiento.

En el punto 2 de su declaración, el CONSEC manifiesta:

(…) “Nos parece equivocada la declaración emitida por la Mane en la cual, si bien se defiende el derecho legítimo de la comunidad a protestar, se guarda silencio inexplicable y, peor aún, no se condenan los hechos de vandalismo y barbarie desarrollados contra la propiedad pública. Estamos seguros que la inmensa mayoría de los estudiantes colombianos no comparten ni contemporizan con las prácticas de la violencia, el vandalismo y el terror como formas de la lucha democrática, puesto que en torno a este tema, mayoritariamente, se han expresado en las asambleas y las movilizaciones estudiantiles. Mal hace la dirección de la Mane en arrogarse una opinión que no representa el sentir mayoritario de los estudiantes ni de la sociedad. Llamamos la atención que con estas formas de decidir que quebrantan las reglas de juego democráticas en la conducción de este intento organizativo de los estudiantes, se envía un pésimo mensaje a la gran opinión pública que acompañó las marchas universitarias, y que de proseguirse así se reduce la Mane a un aparato de bolsillo de algunas organizaciones, frustrando con ello la posibilidad y la necesidad de que el estudiantado universitario cuente con una organización democrática y representativa que aglutine a la inmensa mayoría y la prepare para enfrentar las batallas que por una educación pública, científica y democrática se avecinan”.