SANTOS: OTRA SALIDA EN FALSO

21.08.2013 02:26

¿Cuántas personas que no están en paro apoyan el paro y no son uribistas?

Si admitimos que muchas, también vemos la estulticia de esa afirmación del presidente Santos de acusar al expresidente de la ANDI, Fabio Echeverri Correa, de estar promoviendo los paros, y de paso, sindicar la multípara protesta que marcha por distintas regiones del país, de uribista.

Es otra salida en falso del jefe del Estado, como la que también cometió cuando acusó, junto con su ministro del Interior, al senador Robledo de apoyar los paros que antecedieron al que se ha dado en llamar “Paro Agrario”, porque se manifiesta en contra de las difíciles circunstancias que acosan a diferentes actividades agropecuarias.

La misma calificación de “Paro Agrario”, reduce su alcance porque da a entender que nada tiene qué ver con nosotros –la importante gente urbana.

Quizás por eso es que algunos simpáticos analistas dicen ahora que los extremos se tocan: “Uribe y Robledo en el mismo bando”, dando a entender que tienen la misma ideología… ¡Qué ridiculez!

Situaciones como la que se vive en el día de hoy en Colombia dan para confusión, mucha de ella inducida por imponderados analistas que jalan la opinión pública hacia los terrenos indicados por sus mecenas de turno.

Claro que Uribe y Robledo están ahora de la misma orilla, pero no política sino circunstancial; ni con la misma causa: Uribe quiere tumbar a Santos y Robledo al régimen… ¡Son cosas bien distintas!:

1).- Si Uribe tumba a Santos, el régimen pervive y las próximas protestas ya no serán contra Santos sino contra Uribe. De hecho, buena parte de las protestas de hoy se dan por situaciones incoadas (y también podría decirse incubadas, por aquello de los “tres huevitos”), en el gobierno de Uribe. Es que la multípara marcha de ahora, lo mismo que las de antes, no son contra personas sino contra el régimen.

2).- Visto así –y principalmente, si lo aceptamos así- si el que tumba a Santos es Robledo, lo que se estaría cayendo sería el régimen para dar paso a otro en donde, obviamente, no cabrían ni Santos ni Uribe (o viceversa) porque, como bien lo ha establecido el propio senador Robledo, Santos no es más que Uribe III y sus diferencias no son ideológicas sino personales.

Si uno quisiera honestamente acercarse a un diagnóstico límpido de este paro,  tendría que admitir que está compuesto por diferentes vértices de una angustia colectiva, a la que solo se le ha dejado una salida: el paro en que se ven la cara representantes de distintas actividades perjudicadas,  no por el actual gobierno, sino por el actual modelo político, económico y social.

Resultaría bien interesante que la gente pudiera dilucidar esto en su contexto porque, como dijo Gómez Hurtado en las postrimerías de su vida “hay que tumbar al régimen”, para que puedan salir de él todos los Santos, y los Uribe, Pastrana, Samper y Gavirias, que es por ellos que estamos como estamos…

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