SANTOS INTERFIERE MEDICAMENTOS A VENEZUELA

04.11.2017 15:09
Una decisión salida de madre
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Opinión: El Satélite/RED-GES

(Octavio Quintero: Director)

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El Nobel de Paz, Juan Manuel Santos, habría interferido la exportación a Venezuela del producto Primaquina, medicamento esencial para tratar y curar la malaria que está azotando a la población del sur del país bolivariano.
 
La noticia divulgada el jueves 02 de noviembre por los principales medios de comunicación venezolanos, tiene escandalizada a la población que se resiste a creer que tal hecho inhumano tenga cabida en las eventuales diferencias políticas que puedan existir entre gobiernos vecinos.
 
El medicamento es producido por el laboratorio colombiano BSN medical, uno de los pocos en el continente que produce y comercializa este fármaco.
 
En Venezuela, el propio presidente Maduro denunció el hecho y acusó a su homólogo colombiano de poner en riesgo la vida de los venezolanos (…) “cumpliendo órdenes de Estados Unidos”, afirmó en una alocución televisiva.
 
El presidente colombiano no ha emitido, hasta ahora, ningún pronunciamiento sobre el particular; y la noticia aquí ha tenido poca divulgación. Tampoco el laboratorio involucrado se ha pronunciado. El Satélite y RED-GES, le pidió a BNS a través de su cuenta e-mail (Servicio.ClienteCLO@bsnmedical.com), una declaración al respecto, que la sigue esperando.
 
La dirigente social, Gloria Gaitán, habitual internauta en la RED-GES, puso sobre aviso a este medio de la información revelando, además, que en represalia, la Asamblea Nacional Constituyente venezolana acaba de aprobar la suspensión total de cualquier intercambio comercial con Colombia, según AVN (Agencia Venezolana de Noticias).
 
La señora Gaitán considera “infame” prohibir la venta de medicamentos a Venezuela. “Eso es criminal”, agrega.
 
En la jurisprudencia internacional sobre comercialización de medicamentos se tiene el pronunciamiento del Tribunal de Justicia de España en donde se preceptúa que “una negativa de venta limitaría los mercados en perjuicio de los consumidores y constituiría una discriminación que podría dar lugar a la eliminación del mercado de referencia de una empresa con la que se mantienen relaciones comerciales”.
 
Sea esto legal o no, interferir el abastecimiento de un medicamento a una población enferma, no cabe en mente sana y, de lógica, se tiene que saber que se está negando el acceso a un derecho universal, es decir, quien así proceda, estaría actuando con alevosía y sevicia.
 
Dentro de las tantas acusaciones que se cruzan entre los gobiernos de Colombia y Venezuela, a las que este medio por principio poca atención les depara, ésta es una excepción que denuncia con base en la información parcial que está circulando que exige una aclaración del premio Nobel colombiano, así sea, como todo lo suyo, una artimaña que queda en aquel principio de la buena fe guardada y verdad sabida en donde todos somos inocentes hasta que se nos demuestre lo contrario.

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