PÓNGASE A PENSAR

28.12.2017 05:15

Los gemelos siniestros

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Opinión RED-GES/El Satélite

(Octavio Quintero: Director)

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El joven poeta antioqueño, Yesid Alexis Espinosa, psicólogo y abogado de la Universidad de Antioquia, y empleado del Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM), condensa en su poema, “Los gemelos perversos”, la patraña política que representan Santos y Uribe, o Uribe y Santos, que para el caso, es lo mismo.
 
En las próximas elecciones nadie espere cambios sociales de orden sustancial, si el próximo presidente es de la cuerda de uno de estos dos, que en los últimos 16 años han gobernado al país con la sutileza de los grandes taures: Uribe encarnado en los dados cargados del arriero paisa en las cantinas y Santos  en la cartas marcadas del poker de salón.
 
No sería defícil distinguir la cuerda a la que pertenecen cada uno de los 15 candidatos presidenciales que han quedado en la contienda política del año entrante: el que tenga ojos que vea y oídos que oiga.
 
A Einstain se le atribuye haber dicho: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Salir de “los mismos con las mismas”, como hace 70 años clamara Gaitán, requiere ante todo cambiar el modelo económico neoliberal sindicado de “asesino social” en todo el mundo.
 
¿Se ha escuchado en Colombia a algún candidato presidencial de los que permanecen en liza, hablar de cambiar el modelo económico?: ni siquiera las Farc, que tantas gabelas para sí lograron  en los acuerdos de paz, pudieron meterle muela al modelo económico declarado por el gobierno de Santos, desde el inicio de las conversaciones en la Habana, como punto inamovible (tema intocable).
 
Siguiendo a Einstain, ¿alguien cree sinceramente que  Gaviria, Samper, Pastrana, Uribe y Santos, política y económicamente hablando, son distintos? No puede ser que personas distintas en lo político y lo económico hayan gobernador al país con el mismo sistema político y el mismo modelo económico en estos 27 largos años de los cuales, 16 pertenecen a Uribe-Santos.
 
La síntesis es cruel: votar por un candidato presidencial que ni siquiera se haya comprometido a cambiar el modelo económico, es votar la continuación de los gobiernos que hemos elegido desde 1990 en adelante, desde cuando Gaviria metió su “revolcón” que dejó patas arriba a las clases medias y bajas sirviéndole de peones al 1% más rico, arrasando de paso con las medianas y pequeñas empresas que constituín la barricada contra la invasión del mercado interno por parte de las multinacionales: y así en todo el mundo.
 
Y, para terminar, es aquí en donde se centra la dimensión de la denuncia pública contenida en el poema de Espinosa:
 
Los gemelos siniestros
Mirose una noche Uribe al espejo,
hallando el rostro de Santos como reflejo.
—Juguemos a odiarnos, propuso el primero,
Enemistemos partidos, dividamos el pueblo;
— Robemos despacio, propuso el más nuevo.
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Como eternos compinches se reconocieron,
se picaron el ojo, se acariciaron el pelo;
se dieron la mano, se lanzaron un beso
y sellaron su pacto con abrazo sincero.
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Aunque no ser como el otro al tiempo dijeron,
de Santos y Uribe se conoce este juego:
Que posan de enemigos, queriéndose en serio,
que no hay menos malo, que los dos son horrendos.
Que vendieron los mares, que rifaron los suelos;
que se aliaron con bancos, que apoyaron imperios,
que recibieron prebendas, que subieron impuestos,
que entregaron empresas, que delinquir permitieron.
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Los dos presidentes, los dos reelectos,
los dos tramadores, los dos embusteros;
se atacan en twitter, se siguen en Facebook;
se felicitan en casa, se agreden en medios.
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Es así que la historia nos muestra este entuerto:
Los viejos amigos sacando provecho,
amañando elecciones, comprando el Congreso,
llenando sus sacos, acumulando dinero.
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El pueblo que vota conoce este cuento,
pero no le importa, pues ama el desgreño.
Diseñan pancartas, recorren los pueblos,
defendiendo políticas, ensalzando gobiernos.
Caminan y sudan gritando, diciendo:
¡el malo es el otro, el nuestro es el bueno!
¡Uribe es honrado, Juan Manuel traicionero!
¡Santos es puro; Uribe paraco, Uribe traqueto!
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Los dos son corruptos, los dos esperpentos.
los dos son iguales, ¡parecen gemelos!
El país exprimido, los niños muriendo;
La salud en la quiebra, la economía en el suelo.
Los dos son lo mismo, ¿nos creen pendejos?
nos roban, nos quitan, ninguno es sincero.
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Bien decía mi abuelo, ya muerto por cierto,
“el corrupto aprovecha la estupidez de los necios”.
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"HAY QUE TUMBAR EL RÉGIMEN"

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