PLEGARIAS NO ATENDIDAS

02.05.2018 15:46

Atención VIP: como a su señoría…

Humanamente nos alegra el triunfo del ministro de Salud (en la foto) sobre el cáncer. Ojalá pudieran decir lo mismo miles de mujeres, hombres, niños y adolescentes que luchan por su vida con enfermedades similares y, finalmente, terminan perdiéndola a las puertas de algún hospital…

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RED-GES

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Octavio Quintero - Director

Parafraseando el título de la novela de Truman Capote: “Plegarias atendidas”, que fascina al ministro Alejandro Gaviria, bien pudiera decirse que está terminando su gestión sin atender las plegarias del pueblo colombiano que sufre las mortales consecuencias de un sistema sanitario fallido.

En octubre del año pasado, por citar un solo caso de los muchos que pudieran encontrase si uno se lo propusiera, un grupo de 100 pacientes de cáncer y otras enfermedades graves, tuvo que acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para pedir que sus EPS les presten la atención necesaria (versión de RCN-TV); y, claro, dentro de ese grupo no necesitó estar el ministro Gaviria.

La condición de paciente de cáncer le ha generado mucho carisma al ministro; su lucha contra los buitres del comercio internacional de fármacos, también: él mismo hace cuentas periódicas sobre los miles de millones de pesos que le ha ahorrado al país a través del control a las drogas. Esas dos cosas parecen perdonarle al ministro su persistencia en mantener y sostener el impopular sistema sanitario.

En ocasión a que todos los candidatos presidenciales, con excepción de Petro, estiman que el sistema de salud solo hay que hacerle algunos ajustes, el tuitero Germán Fernández, médico rosarista, “con amplio conocimiento en procesos políticos, sociales y financieros de la Seguridad Social y del Sistema de Salud” (se lee en su perfil), trinó:

“Candidatos que dicen que el Sistema de Salud y Pensiones requieren unos retoques y pequeños cambios, sacando malos intermediarios, es que no entienden NADA del Sistema Integral de Seguridad Social: @vargasllerista @IvanDuque @DeLaCalleHum @sergio_fajardo @petrogustavo @mluciaramirez @PinzonBueno”.

Se cita al médico Fernández porque, no solo en su condición de profesional de la salud debe conocer el sistema por dentro, sino que, además, su trino refleja bien el sentir general; y, sin el menor ánimo de hacer sentir mal al ministro Gaviria, él mismo debe estar convencido de que la superación de su enfermedad se debió, no a un milagro del otro mundo, sino a la oportuna atención que recibió en éste por parte de los médicos, su EPS y la clínica, que debieron prestarle una atención VIP (very important person) a su señoría…

En la entrevista con la periodista Vanessa de la Torre, de Caracol TV, el ministro toca las tres condiciones que debe reunir un buen y oportuno sistema de salud, es decir, como el que funcionó para él, por ser ministro, y precisamente de la misma rama:

1.- La oportunidad: el tiempo que pasa entre la sospecha de la enfermedad y el diagnóstico definitivo; y, entre el diagnóstico y el comienzo del tratamiento.

2.- La calidad en los tratamientos, y…

3.- La integralidad: sobre todo esto, que libera al paciente de estar como Cristo “de Herodes a Pilatos”, rodando por entre los vericuetos del sistema hasta que “se mama”, que es lo que se busca deliberadamente por parte del sistema, anclado en el principio de la eficiencia financiera, antes que en la equidad y solidaridad humana, que debiera ser su eje central.

Decir esto así, no refleja todo el drama: hemos  visto a centenares de pacientes con enfermedades complicadas, ir de un lado a otro, dentro de la misma población; de un municipio a otro; de una ciudad a otra, en procura de atención médica y hospitalaria, acatando absurdas disposiciones de las EPS, amparadas  a su vez en disposiciones expedidas por las respectivas autoridades sanitarias… Conocemos, así mismo, a muchas personas costearse su propia salud, antes que correr el riesgo de su deterioro a la espera de oportuna y  efectiva atención, las condiciones de que adolece, como dice el ministro, nuestro sistema sanitario.

Y esas tres limitantes no se pueden superar si no se cambia el sistema. Reconocer el problema y no hacer nada por remediarlo, da lo mismo a tener madre, pero muerta.

 

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