"PASEO DE LA MUERTE" EN COMFENALCO (EPS)

26.01.2015 06:24

Remitido a la Red Social El Satélite (RSS)

Por: José Óscar Gil Gutiérrez

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La paciente MARÍA GILMA GIL GUTIÉRREZ (c. c. 32’494.630), de 73 años, con un cuadro médico de bipolaridad que se le viene tratando psiquiátricamente desde hace 10 años; y con otras enfermedades físicas propias de su avanzada edad, se encontraba –hace más de 3 años–, estable y controlada, mediante formulación de la misma droga. Pero, la no atención médica, a causa de la demora en los engorrosos e injustificados trámites de autorización por parte de “Auditoría y Psicología” de la EPS, agregada a la suspensión, desde el 1º de diciembre, de los medicamentos, ocasionó en ella una descompensación psicótica que obligó su traslado a Urgencias –el 30 de diciembre– con enormes y drásticas consecuencias y perjuicios a su salud.
 
Es pertinente consignar que en el transcurso de 11 días, la paciente ingresó 4 veces a la sala de “Urgencias Comfenalco”, de la que fue trasladada a la clínica psiquiátrica en 3 ocasiones donde nunca pudo ser atendida de su trastorno psiquiátrico debido a que –casi de inmediato–, volvía a ser remitida a Urgencias, dada su inestabilidad orgánica, cuando, desde un principio, bien ha podido ser hospitalizada en la misma clínica de Comfenalco o en otra de las de la red, en donde hubiera los especialistas y equipos requeridos para atender simultáneamente sus problemas de altibajos tanto físicos como mentales. Esto hubiera evitado los costos de ambulancias (¡8 trayectos hasta ahora!), los de la logística de Urgencias y las estresantes incomodidades para la paciente y sus familiares; pero, sobre todo, hubiera evitado que la paciente adquiriera en Urgencias una infección pulmonar.
 
Conclusión
Se cae por su propio peso que cualquier paciente (e incluso los acompañantes) en ese ambiente están expuestos a contaminarse, contrayendo infecciones y enfermedades. En el caso que nos ocupa, Gilma, jamás había presentado síntomas de una infección pulmonar; sin embargo, esta hace parte –ahora– de sus nuevas complicaciones.
 
Todo lo anterior constituye –por la absurda tramitomanía y la falta de sentido común y humanitario de los administradores de escritorio– un verdadero paseo de la muerte (“expreso a la sepultura”), en la EPS Comfenalco.
 
Solicitamos a la EPS de Comfenalco simplificar los trámites administrativos, que retardan –adrede– la atención oportuna y eficaz de pacientes. Cuando se trate de enfermedades crónicas, eliminar los innecesarios e inútiles trámites de autorización en Auditoría y Psicología; fomentar el servicio de “Hospital en Casa” para tratamientos de urgencias menores y, en lo fundamental, acortar los tiempos de espera para pacientes con edad avanzada, sujetos de especial protección constitucional. Y a la Superintendencia Nacional de Salud le pedimos exigirle a esa EPS una mayor diligencia y agilidad –erradicando la burocracia– en la atención debida a todos sus afiliados.

 

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