Octavio Quintero

26.05.2012 07:54

 

Tacando burro…

Tocancipá no hace sino atraer gente y luego se queja porque llegan

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Se han oído voces en el Concejo de Tocancipá contra la inmigración de personas al municipio atraídas por el dorado de la industrialización. Voces que, inclusive, han estado acompasadas por el propio alcalde diciendo, palabra más palabra menos, que hay que desmontar tanta política asistencialista en Tocancipá con el fin de desestimular la venida de “extranjeros” a este municipio.

Aunque fuera cierto que a Tocancipá están llegando muchas personas atraídas por el “Dorado Industrial”, no está bien que desde lo más alto de la propia autoridad política y administrativa se cree en torno a estos inmigrantes una especie de xenofobia municipal.

Cuando el Alcalde y el Concejo insinúan públicamente la necesidad de desmontar el “Estado asistencialista” dizque para desestimular la venida de nueva población en busca de trabajo, es como si el Presidente de la República y el Congreso Nacional manifestaran intención de actuar y legislar en contra de la venida de extranjeros al país: para decirlo, literalmente hablando, el mundo se les vendría encima.

La xenofobia está prohibida en el mundo, y en Colombia, el artículo 24 de la Constitución dice textualmente: “Todo colombiano, con las limitaciones que establezca la ley, tiene derecho a circular libremente por el territorio nacional, a entrar y salir de él, y a permanecer y residenciarse en Colombia”. Luego, las manifestaciones que se están escuchando a tan alto nivel de la Administración y el Concejo de Tocancipá, bien pudieran tomarse como incitación al odio, repugnancia u hostilidad a los extranjeros, en una palabra a la xenofobia que, por demás, comportaría una conducta anticonstitucional.

Por lo demás, ningún crecimiento poblacional es malo per se. Lo que viene a ser malo es un crecimiento poblacional desordenado y, “el que tenga ojos que vea”, dice el Evangelio, a ver si esto es lo que está ocurriendo en Tocancipá, un municipio que se las da de muy rico y es probable que en su territorio se encuentre la población más pobre de Sabana Centro; un municipio que pretende hacer tortilla sin romper huevos, pues, estimula cual más la llegada de nuevas empresas a su territorio sin caer en cuenta que al mismo tiempo que llegan empresas llegan personas que van a demandar vivienda, servicios públicos, educación, salud, transporte, seguridad ciudadana, esparcimiento y demás.

Ojo, pues, que por ahí por donde están tacando es “burro”…

 

 

 

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