Octavio Quintero

27.04.2012 06:12

 

El populismo se apodera del Presidente

-

 

Volvemos a la reelección presidencial sin que la Corte Constitucional diga nada sobre ese “articulito” que arrasó con los pesos y contrapesos del ejercicio democrático en Colombia, con cohecho incluido y todo…

-

 

Desde que las encuestadoras anunciaron una caída de imagen del presidente Santos de 15 puntos, el primer mandatario no ha dejado de sorprendernos con anuncios populistas.

 

Sobre la vivienda gratis ya se ha dicho bastante, sin que ello indique que se haya dicho todo. Ya se presentó el proyecto de ley al Congreso con carácter de urgencia y también se empezó a advertir que tan loable propósito pudiera terminar siendo “inconstitucional” al tenor del artículo 355 de la Constitución  que prescribe que…  “Ninguna de las ramas u órganos del poder público podrá decretar auxilios o donaciones a favor de personas naturales o jurídicas de derecho privado”... Ahí tienen, pues, los juristas para que se entretengan un rato.

 

Independientemente de este eventual  obstáculo legal, lo que también se aprecia de bulto es un reto técnico difícil de acometer en el lapso de solo 20 meses que se ha dado el gobierno para entregar las 100.000 viviendas a los más pobres.

 

Pero el presidente Santos no paró ahí. Es evidente que ha  emprendido el camino de su reelección, financiando su campaña política con la plata del Estado, que viene a ser una de las principales críticas que en su momento se hizo a la figura de la reelección inmediata, mediante la reforma esa del “articulito”, con cohecho a bordo y todo; y la Corte Constitucional ahí, como si el asunto no fuera con ella.

 

Pocos días después del tremendo anuncio de la casa gratis, vemos al Presidente en Málaga, departamento de Santander, regalando escuelas y plata a todo el que se le acercara. “Lo que le pedían lo daba”, se dijo en el “Código Caracol” de TV.

 

Qué lástima no haber estado allá para pedirle que suspendiera la importación de panga del Vietnam y vacas locas de Estados Unidos, alimentos que no solo están poniendo en riesgo la producción nacional sino envenenando a los consumidores.

 

El Presidente ha entrado en campaña con ofertas ilusionistas que, bajo los reflectores mediáticos, hacen creer que salvar a un niño en Málaga de que se quede sin escuela, o dar unos cuantos pesos para terminar un coliseo deportivo, son decisiones y aportes importantes en orden a superar tantos, tan grandes y graves problemas como los que padece el Estado.

-

 

Fin de folio. A poco más, el Presidente podría terminar como ese médico neófito cuyo primer caso fue el de un niño con viruelas que comenzó a curárselas, una por una…    

—————

Volver