Octavio Quintero

17.12.2012 07:56

 

Hastío

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A veces nos tupimos cuando tenemos tanto de qué hablar. Las palabras como que no salen. Hoy también sufro de ahitamiento informativo, que me sucede últimamente con frecuencia. He notado esto mismo en otros críticos del sistema; como cierto hastío de repicar y repicar en lo mismo, cada vez con menos audiencia porque parece que también la gente se cansa de leerle a uno la misma cantinela.

 

Y uno mismo se cuestiona: “¿Para qué volver a hablar de la reforma tributaria si ya todo está dicho y la aplanadora legislativa sigue su marcha, bien aceitada por la mermelada de la regalías y la burocracia? Pero luego vemos que el Presidente sale y nos dice “mentirosos” a todos los que criticamos su reforma…

 

¿Y cómo no responder?  

 

Uno empieza por buscar nuevos argumentos y, en mi caso, se encuentra con un documento de la Contraloría General en el que, haciendo uso de toda su información privilegiada, hace los mismos cuestionamientos sobre la reforma tributaria, que uno.

 

El primer impulso es salir en busca del dichoso documento. Entra a la página de la Contraloría y se topa uno con otros temas que, en cierta forma, dejamos en punta, para seguir sobre la cresta informativa que en Colombia es un rico menú presentado al bufé. Y hasta ahí llega: uno no sabe si seguir con el tema propuesto en la mente o volver al que dejó atrás, como para que no se olvide...

 

Sobre la política de obras públicas se lee: “En la última década, el país tuvo más estructuradores e intermediarios financieros que ingenieros, arquitectos y gerentes. El Estado ha hecho grandes esfuerzos para acopiar importantes recursos que no se tradujeron en ejecución de obras sino en manejos contables. Quedaron ejecutados importantes presupuestos representativos de obra, sin obra. Mientras tanto, los pasivos quedaron escondidos y perdidos en combinaciones de formas contables”…

 

Sobre el robo a la salud, se dice: “De acuerdo con un informe reciente de la Superintendencia de Salud al Congreso, la situación financiera de las EPS presenta un mayor deterioro. No obstante, a pesar de la serie de inconsistencias billonarias respecto de la información reportada para el cálculo de la UPC, al día de hoy, con sorpresa, se observa que siguen recibiendo recursos públicos destinados a la salud de los colombianos”.

 

Es ahí cuando nos ahitamos: eructamos con asco tanta corrupción y pensamos que también estamos “arando en el mar y edificando en el viento”, solos, o más que antes,  porque hasta nuestro combativo espíritu comienza a arrugarse…

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Fin de folio: Ni modo de desearles felices pascuas y próspero año: como van las cosas, sería mentirles y mentirme a mí mismo… Pero, si de algo ayuda, vaya...

 

 

 

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