Octavio Quintero

El cinismo al súmmum

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El cinismo del presidente del Congreso, Roy Barreras, no tiene paralelo; supera a Pilatos y trasciende la frontera de lo increíble cuando, al votar a favor de la reelección del Procurador Ordoñez, inmediatamente sale a decir que propondrá una reforma constitucional que prohíba la reelección del Procurador.

Es como si Pilatos, a más de lavarse las manos, hubiera expedido una decreto prohibiendo el Tormento de la Cruz.

Si la reelección del Procurador es perversa (como toda reelección), no tiene presentación que el propio presidente del Congreso, a quien se le debe reconocer al menos sentido común, obre en contrario.

Cinismo significa también desvergüenza en la defensa y práctica de acciones vituperables;  impudicia, deshonestidad y obscenidad descarada. Y cada término de los anteriores, encadena la definición de lo más puerco de la conducta humana, en sus principios éticos y morales.

Por especímenes de tales condiciones está dirigido hoy el Congreso de Colombia. No extraña, pues, que de tal antro haya salido reelegido un Procurador como Ordoñez… De tal palo, tal astilla.

No se había visto censura moral más amplia en opiniones tan calificadas como las que se expresan en contra de este santurrón, inspirado en un verbo intolerante y retrógrado. Su nominación y reelección fueron basadas en corrupción, chantaje y favorecimientos, en medio de la más escandalosa manguala financiada con la nómina de la Procuraduría.

En todos los tonos y en todos los medios se advirtió la patraña. No obstante, fue reelegido por el Congreso en absoluto desprecio por la opinión pública. Desprecio que se inicia meses atrás en el mismo seno de la Corte Suprema de Justicia que lo nominó, y se prolonga en la Presidencia de Santos que terna a desconocida jurista, impíamente  abandonada a su destino de comodín que escapa (¡aleluya!) de la mano del tahúr a último momento.

Bueno, y a todas éstas, ¿por qué la gente elige a los que elige y soporta al resto? ¿En verdad, es que el pueblo se merece a sus dirigentes?

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Fin de folio: Réquiem por la democracia, Maestro. Ya no es un hombre un voto sino un peso un voto, peso que no sale del bolsillo del elegido sino del propio bolsillo del elector, como es lo que ha hecho el Procurador; como es lo que hará este año de campaña el presidente Santos y sus secuaces,o como, para terminar, lo que viene haciendo el ministro Vargas Lleras en su inmediata aspiración presidencial o la misma Gina Parodi en su carrera por la Alcaldía de Bogotá.