¿NO HAY CON QUIÉN?

¿No hay ningún partido en Colombia que pueda capitalizar el descontento ciudadano frente a los continuos escándalos de corrupción, por ejemplo, que se divulgan en los medios de comunicación?

Por fuera de la llamada Unidad Nacional, que viene a ser el partido gobernante en Colombia, está el Polo. ¿No tiene el Polo méritos políticos, administrativos y morales para erigirse como alternativa?

Un poco menos claro está también, por fuera de esa Unidad Nacional, la Alianza Verde. ¿Tampoco tiene méritos?

Si ninguno de estos dos partidos reúne las condiciones mínimas para erigirse como alternativa de gobierno en Colombia, entonces estamos indirectamente reconociendo que solo en la Unidad Nacional hay gente de méritos políticos, administrativos y morales para seguirnos gobernando.

Porque en ese intríngulis se plantea actualmente, al menos en Bogotá, la campaña del año entrante por la alcaldía de la capital… Se dice que en los 12 años de administración del Polo (Lucho, Samuel+Clara y Petro, la ciudad echó reversa en la florescencia de inigualables administraciones como las de Jaime Castro, Antanas Mockus y Peñalosa.

“O sea”, como dicen los rolos, la disyuntiva es volver al pasado: ¿otra administración de Peñalosa, por ejemplo, ya que Antanas parece tan enfermo y Castro tan difuso ya en el tiempo? O, tal vez, mirar a los más cercanos sucesores de estos: ¿Pacho Santos (El Peñalosa moderno) o Rafael Pardo, réplica acaso de Jaime Castro? O, quizás, empezar a buscar en los cogollos del establecimiento que ya se vienen mostrando: Gaviria, Samper, Santos, Serpa, Turbay, por mencionar los más conspicuos, porque lo que es dejar la capital en manos del Polo o en manos de alguna tendencia de izquierda, como Clara López, por ejemplo, ni por el chiras…

Si el escenario político en Bogotá se viene despejando por ahí, de verdad, no se vislumbra ninguna pista segura, más allá de la tradicional buena intención de desearnos entre todos un feliz año.