Después del ojo afuera…

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Prefacio: Si fuéramos capaces de aprobar una reforma constitucional que impidiera al gobierno proponer nuevas reformas tributarias hasta que no bajara la corrupción “a sus justas proporciones”, esa sería la mejor herramienta contra la corrupción: ¿no les parece?

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RED-GES/Director: Octavio Quintero

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Los corruptos se están robando entre 40 y 50 billones de pesos de los presupuestos de la nación, los departamentos y municipios, según denunció el contralor Edgardo Maya Villazón en un reciente evento sobre las fallas del Sistema General de Participaciones (SGP), o mermelada que llama el docto vulgo, que se reparte principalmente en salud, educación, agua potable y saneamiento ambiental.

Los “corruptos están haciendo un inmenso daño”, dijo, y nosotros preguntamos: ¿Y qué está haciendo la Contraloría para evitar ese billonario robo a todos nosotros? Y la misma pregunta cabe a la Procuraduría y a la Fiscalía…

Ya la Fiscalía contestó y nos dejó impávidos: solo uno de cada 100 casos de corrupción se resuelve en contra de los infractores.

La denuncia del contralor –para volver al tema-- se parece mucho a la historia del pícaro ese que una vez nombrado secuestre de un cultivo de maíz: recogió la cosecha y la vendió  y luego se presentó al juzgado donde se llevaba el caso y puso una denuncia encabezada así: “Señor juez, ¡se robaron el maíz!”.

Se dirá que la Contraloría no puede hacer control previo, pues, le quitaron dicha función cuando los auditores se corrompieron tanto que ningún contrato pasaba en las empresas públicas sin antes pagar peaje a los auditores.

Hoy, la Contraloría puede sancionar fiscalmente e inhabilitar a los funcionarios públicos corruptos,  pero con el ítem de que cuando el ‘disciplinado’, así se le dice a los corruptos, paga la multa, queda inmaculado como la virgen María…

Es famoso el caso del actual alcalde de Barranquilla, Alex Char, cuyo padre, el empresario Fuad Char, pagó más de 15.000 millones de pesos (5.000 dólares) a la Contraloría para que a su hijo lo sacarán de la lista de corruptos y pudiera ser elegido: y lleva dos periodos, y en toda encuesta goza de la mejor imagen pública entre los alcaldes de capitales: ¡ésta es Colombia, carajo!

Así que cuando la Contraloría grita: ¡nos están robando!, el ladrón va lejos… Lo mismo se puede pregonar de la Procuraduría y, por lo visto, de la Fiscalía; y del control privado ni se diga: ¿Dónde está la ética pregonada de los abogados y los revisores fiscales? ¿Dónde la de los interventores? ¿Quién los controla; quién los sanciona? P.ej.: en el caso Odebrecht, que tanta gente está involucrada, ¿hemos visto incriminado a algún interventor de obra; a algún delegado de Contraloría o Procuraduría? No: una buena lucha contra la corrupción sería extender las sanciones a todas las partes que debieron haber conocido de los hechos y no los denunciaron a tiempo, como funcionarios de Procuraduría y Contraloría; personeros municipales, abogados e interventores, y no dejar que sigan pasando de agache, como ahora.

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