NI CAMBIAN NI LOS CAMBIAMOS

23.09.2019 16:19

LA DEMOCRACIA NEOLIBERAL

La política es un negocio que, mientras mejor sea, más feo huele. Por 50.000 pesos, una sola vez, el elector puede facilitar la llegada de un político corrupto (que abundan) a robar por 4 años.

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Editorial REDGES

Fuentes: relacionadas al final

Octavio Quintero – Director

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Los candidatos a las alcaldías en 2015 reportaron ante el Consejo Nacional Electoral un gasto total de $207.000 millones. El total de votos registrados en esa ocasión fue de 17’893.272 que, frente una reposición de $1.815 por voto, las campañas recibieron un total de $32.474 millones, quedando un saldo de $174.526 millones.

Caracol TV presentó en su emisión dominical de las 7:00 pm (22/2019) un informe especial en el que la periodista, María Alejandra Villamizar, hablando con la directora de MOE, Alejandra Barrios, le pregunta sobre el particular:

  • P: ¿Quiénes perdieron ese dinero: se quedan de brazos cruzados o se los cobran a los alcaldes elegidos?

  • R: Todos sabemos que en política no se pierde. Y por eso se habla de “inversiones” en política electoral. Esos 176.000 millones de pesos (SIC) salen posteriormente de la corrupción, de contratos que se entregan a dedo…

Antes, la directora de la MOE había dicho:

“La autoridad electoral no tiene la capacidad de monitorear en los 1.100 municipios todas las 117.000 candidaturas que están desplegadas. Así que estos son los recursos que se ponen sobre la mesa…”, ¿y, entonces, por debajo?, podría preguntar cualquier desprevenidor.

Si la principal fuente de financiación electoral proviene del sector privado, eso significa que “el ejercicio de la representación política en Colombia se privatizó. Si yo no tengo los recursos, no tengo los amigos o mi familia no está involucrada, entendiendo que esto es una empresa familiar, no tengo muchas posibilidades de competir de manera exitosa en los procesos electorales”, agrega la señora Barrios.

Este dato de la MOE, sumado a la manipulación electoral que se hace “de noche” en la Registraduría, como lo denunciamos aquí hace poco, refleja la mala calidad de la democracia que se ejecuta en Colombia.

Y esa praxis electorera es lo que mantiene en el poder a “los mismos con las mismas”. Mientras los electores no fuercen desde la calle un cambio, ellos, los políticos, desde adentro de las instituciones (Congreso, Gobierno y altas cortes -- por la lentitud en los procesos que llegan a esa instancia), van a seguir aferrados a un sistema “democrático” que usurpa la voluntad popular.

Un ejemplo de la resistencia a la transparencia electoral es el de la Registraduría Nacional que, después de ser conminada por el Consejo de Estado a adquirir un software de escrutinios propio, pues, no señor; con el mismo que permitió en el 2014 entradas desconocidas y manipulación de los resultados originales, se “garantizará” la transparencia de las próximas elecciones del 27 de octubre.

Después de conocerse semejante denuncia del Consejo de Estado; y después de ver la entrevista de Caracol TV con la MOE, uno queda notificado de que la política es muy parecida a la alta cocina, que cuando uno ve cómo se preparan los platos, se le quitan las ganas.

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Enlaces relacionados:

Entrevista con la MOE

Economía y política

El que escruta, elige

 

 

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