Más allá de la variante

Resulta plausible la acción emprendida por el alcalde de Gachancipá, Nicolás Gómez, en el sentido de dar la batalla final por la variante de la BTS a su paso por esta apacible población. Pertinente resulta admitir que su decisión, repotenciada por unos músculos políticos y administrativos de mayor jerarquía, pueden conseguir lo que se perdió en principio y no se supo recuperar posteriormente.

En ese sentido, y al cabo de sus primeros 100 días de gobierno, el alcalde consume la mayor parte de su tiempo disponible (el 80%, dice él mismo).

El asunto de la doble calzada siempre ha sido un tema muy sensible a esta población, no tanto porque haya o no haya variante, sino por los intereses, más de tipo privado que de interés general que se mueven en torno a una u otra decisión.

Y no se requiere mucho esfuerzo mental para entender que si no hay variante, la doble calzada se llevaría el frente de esta población en donde se asientan, indiscriminadamente y sin ningún orden urbano, negocios de toda índole: desde estaciones de gasolina al pie de bancos, pasando por ferreterías, almacenes, restaurantes, hoteles y pensiones, talleres, nuevas urbanizaciones, viviendas, oficinas, carnicerías, asaderos, fábricas de alimentos, tiendas y supermercados y “dormidero” de tractomulas antes de llegar a Bogotá. Y, etc. etc. porque a la lista habría que agregarle esos “imprevistos” sociales que atraen como carroñas a los buitres.

Fuera conveniente que la administración local vinculara a este proceso de la variante una propuesta de solución a este desorden urbanístico que va cogiendo vuelo hacia el caos. Y que, en consecuencia, se le dijera a la población cómo se piensa reordenar y ajustar al Plan de Ordenamiento Territorial, la promiscuidad de una zona llamada a ser el espejo en que se mira la cara de Gachancipá al paso de los viajeros que van o vienen por este importante corredor de la vida nacional.

Si el apoyo a la variante es una defensa del orden de cosas que se ve actualmente sobre la vía frontal de Gachancipá, no tiene sentido.