Llinás descubre al enemigo

El Alzheimer, esa enfermedad mortal a la que a veces nos referimos con sorna para disculparnos de un olvido, ya tiene cura, pero el desarrollo del respectivo medicamento pasa ahora más por un asunto económico que científico.

¿Cómo se descubrió el origen de la penosa enfermedad?

-Pensando, analizando y trabajando el problema”, dice Llinás en entrevista con Margarita Vidal en la revista Credencial, No. 310.

- A muy grandes rasgos, una proteína especifica se fosforiliza, se vuelve tóxica y entonces no se mueven las cosas dentro de las células. Puede pasar por muchas razones, pero el punto de ataque va a ser siempre el mismo y es que una molécula final se vuelve tóxica. Si impedimos eso, no hay Alzheimer.

Cuando la periodista le pregunta al científico si está dispuesto a seguir con el estudio para desarrollar el medicamento, responde:

-No, porque lo que sigue ahora es una parte netamente económica y a eso no le jalo. No tengo el tiempo. Cuatrocientas personas es un buen universo, pero quieren más. Hice la investigación, sé exactamente qué está pasando, cuál es el mecanismo y dije: “Aquí está la droga”. No lo hemos publicado todavía porque estamos haciendo la patente. Luego viene el tema de quién va a fabricar la droga, quién la va a vender, si será tomada, o en parche, en fin, cosas que ya no son de mi resorte.

Lo fundamental es que ya hay una solución para el Alzheimer. Vea la entrevista del científico con la periodista, desplegando el siguiente enlace que le proporciona El Satélite

Para decirle adiós al señor Alzheimer