Las efectivas vías de hecho

Al sol de hoy, a nadie parece importarle la situación de parálisis de una variante que se alcanzó a ejecutar en un 80 por ciento, y hoy está convertida en un verdadero  elefante blanco o, mejor, en un auténtico basurero. Esa variante de la doble calzada, conocida como BTS, partió a Tocancipá en dos, dejando a los habitantes del lado nororiental virtualmente incomunicados con el casco urbano.

La misma variante determinó una reforma del POT adelantada en el 2011 que prometió a los contribuyentes por valorización, principalmente empresas, conectarlos con una doble calzada que no se ve ni se tiene idea de cuándo podría ser realidad.

El Satélite ha dicho –y los hechos así lo confirman-que el problema de estos municipios tan cercanos a Bogotá, es que no tienen músculo político que pueda influenciar al gobierno central en la solución de un problema tan sensible como este que implica, además, una alta accidentalidad y monumentales trancones en una estrecha vía (de doble vía) que ya no da abasto a la movilidad que crece, tanto por la demanda misma de transporte nacional de importación y exportación, como por la propia industrialización de un municipio que en menos de cinco años ha visto asentar en  su vecindad a más de 200 empresas de mediano y gran tamaño.

Tocancipá no tiene garra política ni su equipo administrativo parece bien conectado en las altas esferas, como por ejemplo Paipa, en donde, con el mismo problema, la población trancó la BTS el pasado 20 diciembre y eso fue suficiente para que el gobierno nacional le abriera una solución a los problemas de movilidad vial y peatonal.

Como quien dice, el problema no es de plata, como se aduce en estos lares, sino de falta de carácter tanto de la administración local como de la gente, resignados a dejar que el tiempo transcurra en una parsimonia insoportable.

Lamentablemente la atención del país a los problemas más sensibles de la comunidad pasa finalmente por las vías de hecho. Fíjense que solo cuando una valerosa residente del municipio, Rosita Cuevas, decidió encadenarse a las puertas de la Alcaldía, fue cuando comenzó a verse en serio el problema de la movilidad de volquetas areneras de alta capacidad, en medio de sectores residenciales y educativos.

¿Será que se necesita otra Rosita que se acueste en la autopista e interrumpa el tráfico nacional, como en Paipa, para que el gobierno le preste más atención al problema de la doble calzada a su paso por Tocancipá?

“Cuando toca, toca”, decía la frase de combate del expresidente Barco.