La reforma tributaria: más de lo mismo

El analista económico, Salomón Kalmanovitz, sostiene en su columna de El Espectador (20/05/12) que el proyecto de reforma tributaria que someterá el gobierno a consideración del Congreso próximamente, profundiza la inequidad tributaria en Colombia y mantiene la rigidez empresarial en la generación de empleo.

Sobre el particular dice que en el país “nos rige un régimen que ofrece enormes deducciones a los ricos y a la clase media alta que conduce a que efectivamente tributen mucho menos que lo que informan las tarifas nominales”.

Kalmanovitz insiste en el desmonte de las contribuciones parafiscales al Sena, el ICBF y las cajas de compensación familiar así como los aportes de salud y pensiones con cargo a las empresas que encarecen el valor de la nómina en un 53 por ciento.

(…) “No tiene ninguna justificación que la financiación de la educación para el trabajo y de la protección de la familia se le cuelgue a la nómina, produciendo desempleo e informalidad, en vez de salir del presupuesto nacional”.

A tiempo que aplaude la nueva tasa del 31por ciento que se propone para los dividendos, considera en cambio “nocivo” reducir al 27 por ciento la tarifa máxima sobre la renta. “En países menos desiguales que Colombia, el impuesto a la renta es progresivo con tarifas marginales que alcanzan el 50%”.

Finalmente, Kalmanovitz propone gravar fuertemente las herencias (…) “para que no se reproduzcan los privilegios. Acá no sabemos todavía con qué tarifas se van a castigar las fortunas de los delfines a quienes celebramos tanto en la política y en la economía”.

Y con fina ironía remata la nota diciendo: “Falta todavía un buen trecho para que se conozca la reforma tributaria y otro mayor para que los cabilderos y poderosos en el Congreso intenten transformarla en otra colcha de retazos que les garantice sus privilegios ancestrales”.