La guerra del agua

Los gobiernos de Bogotá y Cundinamarca se acercan a un acuerdo formal para la comercialización de agua en bloque, un tema que los mantiene distanciados desde que el alcalde Petro anunció tajantemente que la EAAB no vendería más agua a nuevos asentamientos urbanos y desarrollos industriales en la Sabana de Bogotá.

Noticias Uno reveló en su edición del pasado domingo que “hay un principio de acuerdo para que, asegurando el agua de la empresa de la capital, puedan desarrollarse los proyectos que se frenaron por la decisión de la alcaldía de no vender más agua en bloque fuera de la ciudad”.

Según informaciones de fuentes urbanísticas, el año pasado se frenaron todos los desarrollos habitacionales en por lo menos 10 municipios vecinos a Bogotá, lo que aceleró el desempleo.

Como quiebre del cerco impuesto al agua de la EAAB, el gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, viene gestionando la creación de un acueducto regional al servicio de los municipios de Sabana Centro y Sabana Occidente para liberarse de la dependencia de Bogotá.

El arreglo no está cerca porque la EAAB mantiene la decisión de no vender agua en bloque a Cundinamarca, pero el nuevo gerente abre la posibilidad de buscar acuerdos para solucionar este problema. “Lo que queremos es unirnos a empezar diálogos para lograr acuerdos sin deteriorar la idea central que se tiene de regular el territorio alrededor del agua”, dijo.