
La destorcida de los precios
09.08.2012 05:23
La economía china viene hace rato en un franco proceso de
desaceleración de su crecimiento, de tasas anuales superiores al 9.5%
se pronostica que para este año puede estar bordeando el 7.5%. Por su
parte la economía de la India, que afronta una crisis energética sin
par, creció el primer trimestre de este año el 5.3%, el ritmo más bajo
en casi una década y muy lejos de la meta para el 2012 del 9%. Y no es
para menos, dado que estas dos economías tienen en EE.UU. y UE sus dos
principales mercados de exportación.
Y, claro, al bajar el ritmo de crecimiento de la producción de las
economías de China y la India, baja la demanda de estas por materias
primas y de paso arrastran a la baja los precios a los cuales se
cotizan las mismas. Y América Latina en general y Colombia en
particular han experimentado en los últimos años un vertiginoso
proceso de reprimarización de su economía y dependen cada vez más de
las exportaciones de productos primarios, afectados ahora por la baja
en la demanda por los mismos y la destorcida de sus precios a que ella
da lugar.
Además de su gran vulnerabilidad, por la exagerada dependencia con
respecto a las exportaciones de materias primas, los países de
Latinoamérica se encuentran hoy en una posición mucho menos sólida que
cuando sobrevino la crisis de 2008. Esto les quita margen de maniobra
para estimular sus economías con gasto público, sus posibilidades son
limitadas para la implementación de una política contracíclica basada
en la inversión pública.
Ahora bien, sus repercusiones serán muy graves para el país, porque un
porcentaje cada vez mayor de las exportaciones de Colombia son
productos básicos. El país ha venido experimentando una especie de
involución, pues, según ANIF, “De hecho, las exportaciones
tradicionales de commodities han vuelto a representar un 70%,
generando una peligrosa dependencia de dichos productos”.
Es muy diciente que, de acuerdo con cifras del DANE, el petróleo
aportó 97 de cada 100 dólares de aumento de las exportaciones durante
el mes de enero. Es decir, que si se prescindiera del petróleo, el
incremento de las ventas al exterior habría sido de sólo 0.7% y no del
24%, que fue el aumento del total de las exportaciones ese mes.
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Tomada de El Nuevo Siglo
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