GUERRA AVISADA

15.10.2020 08:21

Como le gusta a Uribe…

Solo el que quiere la guerra rehúye el diálogo… Es lo que ha hecho Duque. Se negó a dialogar con los estudiantes en 21N y ahora se niega a dialogar con la minga del Cauca.

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Octavio Quintero

Puntos de vista El Satélite

Envía. REDGES

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Ya no cabe duda: la corriente ideológica y aliados políticos que sustentan al gobierno Duque quieren incendiar al país con el propósito de resembrar un régimen autoritario disfrazado de seguridad ‘democrática’, como le gusta a Uribe.

Y aunque tratan de disimular, no mienten: van en esa dirección desde el plebiscito por la paz en 2016 y la campaña presidencial en 2018 donde obtuvieron sendos resultados favorables a punta de mentiras, fraudes, constreñimiento al elector, financiación sucia y, vaya a uno a saber qué más cochinadas. Con tal de lograr su propósito se dan licencia de combinar todas las formas de lucha…

Solo el que quiere la guerra rehúye el diálogo… Es lo que ha hecho Duque, el elegido. De entrada, debilitó el acuerdo de paz y paró el diálogo con el ELN en la Habana.

A lo largo del 2019 empezó la sistematicidad de crímenes de líderes sociales y desmovilizados de las Farc que hoy constituyen un escándalo mundial. El 21 de noviembre explotó la crisis social: la gente se estrenó en las calles, y la represión también: Dilan Cruz muerto a manos del Esmad.

Duque convocó ‘Diálogo nacional’ para rehuir el diálogo con los estudiantes que en esos momentos encarnaban la protesta social. Luego se desató la pandemia que, irónicamente, le sirvió de mampara para gobernar todo este año 2020 a punta de decretos legislativos. La matanza del 9 y 10 de septiembre, se destaca: el crimen de Javier Ordoñez, a vista pública, fue el detonante.

Todo lo que sigue es material fresco que no necesita relación para encadenar la idea de que el gobierno y la corriente política que lo sustenta está sembrando el caos para sustentar un régimen autoritario, como le gusta a Uribe: ¿quién lo duda?

Ahora es la minga del Cauca la que encarna la protesta social. Y este gobierno, desnaturalizado, la tilda de política, como si la participación de los indígenas en política les estuviera prohibida. No cabe duda: quieren sangre de pueblo para abonar sus instintos bélicos. Si no fuera así, ¿qué impide a Duque hablar con la minga? Nada. Todo lo contrario, si es política, con más veras.

En este orden de ideas queda notificado el país de que el único y primer responsable de lo que pasa y seguirá pasando es Duque; y en segundo plano, pero con igual responsabilidad, la coalición de gobierno que lo sustenta: Centro Democrático, Partido Conservador, la U, MIRA y Colombia Justa y Libres. Entran también el Partido Liberal, ASI Y Cambio Radical, que fungen de ‘independientes’ pero baten cola a la mermelada. La reciente votación que respalda el papel del MinDefensa en este proceso es fiel retrato de su responsabilidad.

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