Gabrielle hizo llorar a Santos

15.04.2012 06:47

 

Gabrielle pronunció de entrada lo que los Presidentes deben pronunciar de salida: “Señores Presidentes: me contó este colibrí que estando más unidos seremos una mejor América”.

Sin quitarle o agregarle nada más, esa podría ser la "Declaración" final de la Cumbre de Presidentes, reunida en Cartagena.

¿Estando más unidos… pero cómo, Gabrielle? Si al centro de la mesa estaba Estados Unidos que, según Bolívar "parecen destinados por la providencia a plagar la América de miseria en nombre de la libertad”.

Si fue ese mismo señor que “no sabe hablar inglés”, un lapsus lingue que te salió regio porque a ese señor no lo entienden ni en su propia tierra, quien vetó la participación de Cuba en esta Cumbre, y con su decisión, precipitó también la ausencia de Ecuador y Venezuela…

El mensaje de Gabrielle, es contundente y dicen que hasta el presidente Santos lloró. Eso le contaron a Gabrielle, y los niños no mienten.

Quién sabe cuántas cosas se hablan a esta hora tras bastidores en la Cumbre, cosas de esas que en buena parte sus protagonistas se llevan a la tumba, o se vienen a contar cuando ya no son noticia sino historia.

Por ejemplo, para seguir con la escenografía de la inauguración, otra niña pudo haber llegado hasta el presidente Obama y entregarle en bandeja de plata unas cuantas leyes que el Congreso le urdió como presente, entre ellas, la que le prohíbe a los campesinos colombianos e indígenas producir, utilizar, compartir o comercializar sus propias semillas, o esa otra por la cual se puede condenar a prisión a todo aquel que comparta información o conocimiento a través de Internet como, también por ejemplo, prestándole a usted un libro virtual que haya adquirido en Amazon.com.

Mientras Estados Unidos permanezca metido en los asuntos internos de los países latinoamericanos, nunca habrá unión porque “la unión hace la fuerza” y, entonces, este patio trasero podría llegar a ser un interlocutor válido en el trazo de su propio destino.

El mensaje de Gabrielle no pasa de ser lo que Santos entendió: una hermosa comedia protagonizada por una también muy hermosa niña que de la emoción, hace llorar…

 

 

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