Gabriel Latorre Carvajal

09.07.2012 02:06

Circula en el mundo virtual una parodia del famoso "Simón el bobito", ese cuento para niños de Rafael Pombo, que era de lo primero que se aprendía en las escuelas desde temprana edad. El Satélite debe su texto a una correspondencia de Diego Soto.

De verdad que su autor se apunta un éxito con esta parodia que seguramente seguirá dando vueltas, ya no solo en ese universo del mundo virtual sino en el también vasto e impredecible mundo de la opinión pública

SIMÓN EL BOBITO Y EL SANTO CACHÓN

 

 
Simón el bobito llamó al marrullero:
¡A ver las marrullas, las quiero aprobar!
Sí, repuso el otro, pero antes yo quiero
mostrarle unos «micos» para conciliar.
 
La «mica» reforma leyó Simoncito,
y dijo: ¡De veras, no encuentro ni unito!,
el texto ha quedado lo más rebonito.
A colegas presos vamos a sacar.
 
¡Justicia, justicia, descongestionar!
Hagamos la vuelta, hagámosla ya;
al robagallinas, cadena perpetua
y para...políticos justa libertad.
 
Que salgan Bernardo y Uribito Andrés
con Corzo y Esguerra, bailamos los tres
Santo, Santo, Santo, viva la unidad.
Santo, Santo, Santo de la impunidad.
 
A Simón bobito le gustan los monos
y las monerías de papá señor;
y pasa las horas saltando entre «micos»
sin cazar ni unito, pobre cazador.
 
Se lavó con negro de embolar zapatos
porque el presi Corzo no le dio jabón;
y en el concilio de los 12 gatos
no dijo ni miau, ¡Bobito Simón!
 
Ordeñando un día a doña Reforma
la vaca santista que Esguerra parió
le cogió la cola sin mirar la norma
y en la vaca loca se metió Simón.
 
Vio un montón de pueblo
que estorbaba el paso
a don Referendo, doña Indignación
se echa tres cruces, le reza a los santos
¡Sálvenos, justicia, de este borbollón!
 
Vino don Santicos con cara de bravo
vio a doña Reforma entre el cagajón
ahí mismito ordena: limpien el establo
devuelvan la vaca, métanla al potrero de constitución;
quítenle los «micos», déjenla quietica
son sabios consejos del santo cachón.
 
Pero nadie pudo contener la rabia
de un pueblo mamado de tanto huevón
a quienes votaron non santa reforma
los pondrá en la calle, es la decisión.  
 
GABRIEL LATORRE CARVAJAL
Profesor de la UIS
 
Bucaramanga, junio de 2012
 

 

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