FRANCISCO EL PEDIGÜEÑO

19.10.2021 11:32

EN EL NOMBRE DE DIOS

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Octavio Quintero

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Solo un milagro haría que los poderosos de la tierra escuchen la homilía del papa Francisco sobre la Doctrina Social de la Iglesia, revaluada por él en su pontificado.

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Enorme mensaje al mundo del papa Francisco con motivo de la clausura del Cuarto Encuentro Mundial de Movimientos Populares, exhortando a los poderosos de la tierra que detentan el poder político y económico, a que cambien el sistema de muerte que impera en su avidez de riquezas.

El sumo pontífice del cristianismo afirma que de toda crisis se sale mejor o peor; nunca igual, y expresa su pesar de ver que “ya hay proyectos en marcha para rearmar la misma estructura socioeconómica que teníamos antes… No estamos condenados a un futuro basado en la exclusión y la desigualdad; el descarte o la indiferencia, donde la cultura del privilegio sea un poder invisible e insuprimible, y la explotación y el abuso sea como un método habitual de sobrevivencia. ¡No!

Hay que cambiar el sistema económico que rige al mundo, clama el papa, y añade: insistir en el neoliberalismo “sería verdaderamente suicida, ecocida y genocida… Este sistema, con su lógica implacable de la ganancia, está escapando a todo dominio humano. Es hora de frenar la locomotora, una locomotora descontrolada que nos está llevando al abismo. Todavía hay tiempo”.

Autocalificándose como “pedigüeño” el papa, siempre en nombre de Dios, puntualmente pide:

1. A los grandes laboratorios que liberen las patentes y permitan que cada ser humano tenga acceso a las vacunas contra la covid-19.

2. A los organismos internacionales de crédito que condonen sus deudas a los países pobres, tantas veces contraídas contra los intereses de sus mismos pueblos.

3. A las petroleras y multinacionales extractivas que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas; dejen de contaminar los ríos y los mares; dejen de intoxicar los pueblos y los alimentos.

4. A las estructuras monopólicas de producción y distribución de alimentos que inflan los precios y terminan quedándose con el pan del hambriento. “Es posible que las muertes por hambre puedan superar a las de covid, pero eso no es noticia”.

5. A los fabricantes y traficantes de armas que cesen su actividad que cuesta millones de vidas y desplazamientos.

6. A las plataformas tecnológicas que dejen de explotar los discursos de odio. A las telecomunicaciones que liberen el acceso a internet para que los niños pobres también puedan educarse.

8. A los países poderosos que cesen las agresiones, bloqueos, sanciones unilaterales; no al neocolonialismo. Los conflictos deben resolverse en instancias multilaterales como la ONU.

9. A los medios de comunicación que terminen con la lógica de la posverdad, la desinformación, la difamación, la calumnia y esa fascinación enfermiza por el escándalo y lo sucio.

El papa aboga, finalmente, por la renta básica y la reducción de la jornada laboral. Sobre la renta básica dice que es necesaria para que cada persona en este mundo pueda satisfacer sus más elementales necesidades. Es tarea de los gobiernos establecer esquemas fiscales y redistributivos para que la riqueza de las naciones sea compartida con equidad.

Sobre la reducción de la jornada laboral dice que no olvidemos que las grandes fortunas de hoy son fruto del trabajo de millones de hombres y mujeres a lo largo de generaciones. En el siglo 19, los obreros trabajaban hasta 16 horas diarias… Cuando conquistaron la jornada de ocho horas, no colapsó nada, como algunos predecían… “No puede haber tantas personas agobiadas por exceso de trabajo y tantas otras agobiadas por la falta de trabajo”.

El papa remata su videomensaje con un tema que en las últimas semanas abre las noticias y copa la atención de las redes sociales en Colombia: la redistribución de la tierra o reforma agraria. Dice que los campesinos reclaman garantías de acceso a la tierra, techo y trabajo en la cantidad y calidad que necesitan…

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Fin de folio.- Las personas –hombres y mujeres--, que han sufrido en carne propia la injusticia social comprenden mejor el sufrimiento de los demás y son capaces de ayudar a abrir caminos de esperanza: papa Francisco.

FRANCISCO EL PEDIGÜEÑO

EN EL NOMBRE DE DIOS

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Octavio Quintero

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Solo un milagro haría que los poderosos de la tierra escuchen la homilía del papa Francisco sobre la Doctrina Social de la Iglesia, revaluada por él en su pontificado.

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Enorme mensaje al mundo del papa Francisco con motivo de la clausura del Cuarto Encuentro Mundial de Movimientos Populares, exhortando a los poderosos de la tierra que detentan el poder político y económico, a que cambien el sistema de muerte que impera en su avidez de riquezas.

Autocalificándose como “pedigüeño” el papa, siempre en nombre de Dios, puntualmente pide:

1. A los grandes laboratorios que liberen las patentes y permitan que cada ser humano tenga acceso a las vacunas contra la covid-19.

2. A los organismos internacionales de crédito que condonen sus deudas a los países pobres, tantas veces contraídas contra los intereses de sus mismos pueblos.

3. A las petroleras y multinacionales extractivas que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas; dejen de contaminar los ríos y los mares; dejen de intoxicar los pueblos y los alimentos.

4. A las estructuras monopólicas de producción y distribución de alimentos que inflan los precios y terminan quedándose con el pan del hambriento. “Es posible que las muertes por hambre puedan superar a las de covid, pero eso no es noticia”.

5. A los fabricantes y traficantes de armas que cesen su actividad que cuesta millones de vidas y desplazamientos.

6. A las plataformas tecnológicas que dejen de explotar los discursos de odio. A las telecomunicaciones que liberen el acceso a internet para que los niños pobres también puedan educarse.

8. A los países poderosos que cesen las agresiones, bloqueos, sanciones unilaterales; no al neocolonialismo. Los conflictos deben resolverse en instancias multilaterales como la ONU.

9. A los medios de comunicación que terminen con la lógica de la posverdad, la desinformación, la difamación, la calumnia y esa fascinación enfermiza por el escándalo y lo sucio.

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Fin de folio.- Las personas –hombres y mujeres--, que han sufrido en carne propia la injusticia social comprenden mejor el sufrimiento de los demás y son capaces de ayudar a abrir caminos de esperanza: papa Francisco.

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Enlace al videomensaje

https://bit.ly/3vzU712

Fuente: Vatican News

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