ESCÁNDALO EN CHILE SACUDE AL BANCO MUNDIAL

15.01.2018 05:21
La joya de la corrupción
política internacional
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Octavio Quintero

(Editorial RED-GES/El Satélite)

Director

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Sabíamos que el Banco Mundial (BM)  y el Fondo Monetario (FMI) son instrumentos de la política económica internacional al servicio del modelo neoliberal, valga decir, de la derecha más extrema que ostenta el poder en el mundo occidental…
 
Pero lo nuevo que sacude hoy al mundo es la noticia de que, aparentemente, la corrupción política alcanzó la cúpula de esos organismos, convertidos –en razón de este sesgo ideológico, en garrote de los gobiernos progresistas que legítimamente, y a duras penas, han conquistado el poder en algunos países de América Latina y Europa.
 
De “gravísima”, tachan todos los analistas serios del orden internacional, la confesión del economista-jefe del Banco Mundial, Paul Romer, quien, hablando para The Wall Street Journal (WSJ), el pasado sábado 13, admitió que se afectó en forma “injusta y engañosa” la posición de Chile en los ranking de competitividad en plena campaña presidencial con supuesta intención de perjudicar los resultados de la presidenta, Michel Bachelet.
 
Los términos ‘aparentemente’ y ‘supuesta’ empleados en esta columna, solo es un rigor ético que preserva el principio de la buena fe, mientras se resuelve la duda… Pero, no se requiere ser demasiado suspicaz para presumir que el daño de imagen a la administración progresista de Bachelet, favoreció el retorno de la derecha al gobierno, en cabeza del empresario-expresidente, Sebastián Piñera, que ya gobernó al país entre 2010-2014 con resultados que se reconocen ampliamente favorables al capitalismo salvaje.
 
El principal sospechoso de la manipulación estadística dentro del BM es el boliviano, Augusto López-Claros, director de ‘Indicadores Globales’, el departamento responsable del informe “Doing Business” y otros estudios internacionales de evaluación comparativa.
 
Su perfil en su página web lo retratan como un neoliberal de carrera internacional que ha pasado por el FMI y Lehman Brothers, cuya quiebra en 2008 incendió los mercados y aceleró la crisis financiera en el 2009, de la cual todavía no se repone plenamente el mundo.
 
López-Claros se defiende diciendo que no conoce a Piñera… Pero es que cuando se actúa bajo sesgos ideológicos no se requiere conocer personalmente a los afines políticos para favorecerlos en la medida de las circunstancias de cada cual.
 
Quién sabe hasta dónde se dejará avanzar la investigación de este escándalo de corrupción política en el BM, que no debe ser ajena al FMI, pues, ambos organismos actúan al unísono en la orientación de la política económica internacional. Tal vez su cinismo ya les alcance para no preocuparse siquiera del inmenso deterioro que la valiente confesión de Romer (el economista-jefe del BM) hará hueco en su credibilidad; o, tal vez, quién quita, les sirva de catarsis para, aplicando los correctivos necesarios y sanciones pertinentes a los responsables de la manipulación estadística, les aporte un nuevo aire de transparencia en un mundo que lucha por sacudirse del yugo de un modelo que lo arrastra desde 1980 en adelante, a un abismo de agitaciones sociales de impredecibles resultados en los años por venir.
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Fin de folio.- Cuando el fondo que se toca es cenagoso quiere decir que lo crucial del momento apenas comienza.

 

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