ENTRE AGUACATES Y EXPROPIACIÓN

29.04.2018 07:47

Prefacio.- El filósofo más reconocido en medios de comunicación, Marshall McLuhan, dijo: “El medio es el mensaje”. Cierto: siempre genera más impacto una noticia publicada en El Tiempo, que la misma noticia publicada en un pobre boletín indígena.

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Un ‘tierrero’ ha levantado en la presente campaña presidencial el candidato de la Colombia Humana, Gustavo Petro, con dos temas:

1. El cultivo de aguacates versus la explotación petrolera.

Comentario: Hasta ponderados políticos han caído en la entelequia de tomar un símbolo de la ‘economía verde’, como sería la producción de aguacates, como único producto sustituto de las exportaciones petroleras. Ni en la cabeza del más torpe chorlito cabría semejante comparación.

 

2.- La expropiación


Comentario: Y nos “agarramos de las mechas”: en las redes sociales, en las noticias de radio, prensa y televisión; al teléfono y en los cafés, sobre el instinto expropiador del “castrochavismo” que, supuestamente, “infecta” al candidato de la Colombia Humana.

Y, miren, qué curioso: (…) “Por motivos de utilidad pública o de interés social” (art. 58 CP), se han expropiado terrenos para la ampliación de la infraestructura nacional, departamental o municipal, y todos tan tranquilos…

El “terrible” virus que afecta al candidato Petro, lo llaman “¡expropiación!” cuando ‘piensa en voz alta’ que fuera bueno comprar para los indígenas, campesinos y afrodescendientes, tierras feraces para la producción de alimentos, amén de que tampoco se está descubriendo el “agua tibia” cuando se trae a la campaña presidencial de hoy, un tema que ya puebla el debate globalizado de la agroindustria versus la sostenibilidad alimentaria del mundo. La pregunta sería: ¿qué es más esencial: producir combustible para carros (etanol) o comida para la gente?

Y el mismo procedimiento de expropiación, amparado en la constitución, se aplaude cuando se aplica para sacar adelante represas hidráulicas y dobles calzadas… Pregúntenle a Vargas Lleras cuántos procesos de expropiación se tuvieron que hacer en su gestión como Vicepresidente, encargado de la infraestructura nacional.

En la cresta de este debate, donde se dejan oír los dueños de la opinión pública, no llegan los ¡SOS! que ululan por todo el país pequeñas comunidades que valientemente luchan por no dejarse desplazar de sus ancestrales asentamientos humanos…

 

Un botón basta de muestra…

El pasado martes 17 de abril, el alcalde de Caloto, Cauca, ordenó el desalojo de los indígenas asentados en vecindades de la hacienda Vista Hermosa, de propiedad del ingenio Rio Paila. La noticia, efectivamente, se publicó, pero el debate en la cúspide no se oyó: al nivel de la crema y nata capitalista, el derecho de propiedad (¡NO rotundo a la expropiación!), parece escrito en mármol; pero el mismo derecho de propiedad que ampara “a los de ruana”, que cuando los desalojan también es una suerte de expropiación,  parece una patente de corso en manos del ‘capitalismo burocrático’ para proceder en consecuencia.

En la noticia del desalojo de los indígenas, el relator (El Tiempo, 20 de abril), se cuidó bien en dejar claro que aunque en el sitio de los acontecimientos, hizo presencia el Escuadrón Móvil Antidisturbios –el terrible SMAD--, “no se registraron enfrentamientos, ni heridos”. Pero, lo que al respecto dijeron los indígenas, eso sí no cupo en el relato del corresponsal.

En un boletín digital, editado por la ONG, Proceso de Liberación de la Madre Tierra, se deja la siguiente constancia:

– El día 5 de abril, los soldados que rondan la vía Caloto – Corinto, a la altura de la vereda Vista Hermosa, llegaron a insultar a los comuneros que se encontraban cerca del lugar. Uno de los soldados dijo: “estos indios, qué se han creído para meterse a la hacienda, ¿quién les dio permiso? Solo estamos esperando que den la orden para sacarlos”.

– El día 10 de abril el Ejército Nacional de Colombia detecta y desactiva una bomba que había sido ubicada sobre la misma vía. La comunidad sospecha que la bomba haya sido puesta por el mismo ejército, que monta un retén militar permanente en un lugar cercano (¿falso positivo?).

– El día 11 de abril, a las 8 de la mañana, una avioneta del ingenio azucarero Incauca, fumigó con glifosato -actividad recurrente- los predios de la hacienda Barro Colorado, vecina de Vista Hermosa, cerca donde nosotros tenemos ubicada la aldea. Tres días después, hubo una mortandad de peces en el lago cercano. Meses atrás las comunidades liberadoras fueron demandadas ante la alcaldía de Caloto por podar árboles de singla (que vuelven la tierra reseca), acusándolas de destruir el medio ambiente.

Ante estos hechos y ante la notificación de desalojo, el Proceso de liberación de la Madre Tierra en todas las aldeas se encuentra en máxima alerta y dispuestas a apoyar a Vista Hermosa. Responsabilizamos a la alcaldía de Caloto, al presidente Santos y al general Naranjo por las consecuencias del anunciado ataque.

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