El Poder corrompe
24.09.2012 05:17
Axioma irrefutable
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Si algo cierto se ha dicho en el mundo, lo dijo Lord Acton en su ensayo “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”.
No hay en la historia del mundo ningún gobierno de largo alcance que no haya devenido en despotismo.
No vamos a entrar en detalles porque la historia de los hombres es todavía más sagrada que la Sagrada Historia, y cuando algún hereje intenta entrar a los intríngulis de Napoleón o Bolívar, por ejemplo, “lo sacan de circulación”.
El buen gobierno no solo es el que hace bien las cosas sino el que forma en su doctrina a sus sucesores. Ejemplo hoy, Lulla da Silva. Brasil es uno antes y otro después de Lulla. Y su gobierno apenas fue de un periodo (2003/2010).
Por el contrario, uno ve el ocaso de los Kirchner de Argentina (Néstor y Cristina), muy en desmedro. Y lo mismo se percibe de Chávez en Venezuela y Correa en Ecuador.
La mal llamada “Primavera Árabe” no fue más que el cansancio de unos déspotas forrados en oro gobernando unos pueblos muertos de hambre (literalmente hablando). Largos años en el poder: 30, 40 y más ¿y qué dejaron?: sangre, sudor y lágrimas, sin llegar a ver la Tierra Prometida…
Lo mejor que pueden legar a la sociedad los gobiernos de izquierda que van llegando al poder, es la formación de líderes capaces de continuar el proceso en un razonable refrescamiento del mando. Y lo peor, atornillarse al Poder porque dan pábulo a la derecha para retornar al mando con más ímpetu capitalista.
Desafortunadamente Chávez parece ya absorbido por la vorágine.
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