EL GOTEO SOCIAL

12.12.2014 07:56

Disfrasan de favores los derechos sociales y de ñapa les tenemos que quedar muy agradecidos

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(Editorial El Satélite)

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El presidente del Congreso, José David Name, y también el gobierno nacional, están presentando como un gran logro social la prórroga de los subsidios por un año de las tarifas de energía eléctrica y gas domiciliario a los estratos socioeconómicos 1 y 2.
La medida está contemplada en el artículo 68 de la reforma tributaria que cursa en el Congreso como salvavidas que se lanza a última hora a esta población de menores recursos que, de otra forma, hubiera tenido que absorber incrementos desmesurados a partir del próximo mes de enero.
No es ninguna gracia que se prorrogue este subsidio por un año nada más, cuando las leyes 1117 del 2006 y 1428 del 2010 fueron aprobadas en su momento para asegurarles a los pobres al menos una tranquilidad por cuatro años.
Y dos preguntas saltan a la vista: 1) ¿Por qué se congeló el trámite en la plenaria de la Cámara del proyecto de ley presentado por el parlamentario antioqueño, Germán Blanco que, como era costumbre, proponía la prórroga por otros cuatro años (2015-2018)?; y, 2) ¿Por qué el subsidio en estos servicios públicos a los pobres se tiene que estar aprobando periódicamente en vez de establecerlo indefinidamente, pues, indefinidamente también vamos a tener pobres de estratos 1 y 2 en Colombia?
Lo anterior sí que resulta inexplicable, a no ser que se esté preparando el zarpazo de eliminarlo definitivamente en algún momento y por eso, además, ahora solo se prorroga por un año. En estos años que vuelan, en el diciembre del 2015 los pobres volverán a estar bajo la amenaza de absorber unos reajustes en las tarifas de energía y gas domiciliario imposibles de pagar…
Entonces --ya veremos—surgirá la salvación chapulina del problema a cambio de que, en agradecimiento, tengan que votar por el salvador en las siguientes elecciones presidenciales. Es el juego infame de la reciprocidad electoral en que ha quedado convertida la política en Colombia y, por eso, nunca se dan soluciones de continuidad en los problemas sino salvavidas de última hora, como en el caso presente en que todo lo que se hace es agregarle un retazo más a la colcha tributaria.
Si alguien se animara a demandar por inconstitucional esa “generosidad”, podría tener éxito jurídico, pues, difícilmente puede encontrarse unidad de materia entre una reforma tributaria que busca recursos por 12,5 billones de pesos para equilibrar el presupuesto nacional y un subsidio en servicios públicos que lo que hace es agravar el déficit fiscal.
Nunca antes se había visto tan bien graficada la expresión del estúpido ese que abre un hueco para tapar otro. Por eso estamos como estamos….
 

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