EDUCACIÓN Y SALUD: LA CLAVE HUMANA

28.04.2019 12:26

Alertas tempranas 

del Banco Mundial

Educación y Salud antes que operativos militares para disolver protestas sociales y recompensas millonarias para capturar criminales

 

Editorial REDGES

Octavio Quintero

Director

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Cuando truena, nos apuramos porque es señal de que puede cogernos un aguacero “con los pantalones abajo”, como se dice popularmente. Esa lógica no funciona en el campo social en donde una huelga, una protesta (truenos sociales), todo lo que apura a los gobiernos es a disponer el “plan de choque” para enfrentar militarmente la protesta social.

Dos sectores en Colombia: Educación y Salud, lanzan rayos y centellas; desgajan sobre la población una tempestad inclemente, y el Gobierno Duque, y hacia atrás, hasta donde la memoria alcance, no se notifican ni siquiera de alertas tan claras como las emitidas por el Banco Mundial (BM) en su “Informe sobre el desarrollo mundial 2019: una perspectiva política insatisfecha sobre los cambios en el mundo del trabajo”.

Tal vez, ni siquiera este Gobierno se ha leído el prólogo de Jim Yong Kim, presidente del BM porque su Plan Nacional de Desarrollo (PND, 2018-2022, “Pacto por Colombia, pacto por la equidad”), ha sido calificado como “Pacto contra el Estado Social de Derecho”, no por la oposición, que sería lógico, sino en un estudio adelantado por 10 prestigiosas entidades entre las que destacan la Universidad Nacional, Centro de Estudios del Trabajo y la Comisión Colombiana de Juristas.

Veamos la introducción que hacen estos analistas sobre el sector Salud (…):

El PND, con el título: “Equidad en la salud” se denomina “Salud para todos con calidad y eficiencia, sostenible por todos” … A pesar de usar el término “equidad”, este componente se centra en el equilibrio financiero del sistema, comenzando por el pago de la deuda acumulada entre los fondos públicos y las EPS, y entre estas y las IPS (lo que significa cerca de 10 billones de pesos, según afirmaciones del ministro de salud). Al mismo tiempo, focaliza aún más los recursos públicos y obliga a pagar a los no tan pobres y a los sectores medios.

Veamos lo que dicen sobre el sector Educación (…):

El PND en Educación, no acierta en las propuestas para resolver los grandes problemas del sector; solo es un compendio de buenas intenciones porque cuenta con un buen diagnóstico con datos y referencias precisas sobre la mayoría de los problemas de la educación en Colombia… Pero las propuestas no son ambiciosas y, de entrada, se nota que la educación no es una prioridad para este Gobierno.

Veamos lo que dice el presidente del BM en el prólogo del informe referido sobre el desarrollo mundial 2019 (…):

Los países en desarrollo, deberán invertir en su población con un feroz sentido de urgencia, en particular en salud y educación, que son las bases del capital humano, para aprovechar los beneficios de la tecnología y atenuar sus disrupciones más graves. En este momento, sin embargo, un gran número de países no están realizando esas inversiones esenciales. (…) Nuestro análisis indica que, en los países en los que hoy se registra el menor nivel de inversiones en capital humano, la fuerza laboral del futuro será entre un tercio y la mitad de productiva de lo que podría ser si las personas gozaran de plena salud y recibieran una educación de alta calidad.

 

Conclusión

Esto del paro del pasado 25A, y del que tradicionalmente se realiza con motivo del Día Internacional del Trabajo (1º de mayo), no es una cuestión de enfrentar a punta de SMAD y de “peñalosadas”, diciendo que los daños materiales de los vándalos los tendremos que pagar todos con nuestros impuestos: eso es obvio, los daños de los vándalos que son ínfimos en comparación a los $50 billones de recursos públicos anuales que se quedan en el bolsillo de los ladrones de “cuello blanco”, todo eso sale de nuestros impuestos y va contra el desarrollo económico y social.

Lo que realmente debe preocupar es que buena parte de esas manifestaciones, movimientos sociales y protestas, tienen origen en inequidades del modelo de desarrollo que, como se aprecia y se denuncia palmariamente en el PND 2018-2022, es un pacto, no con la población colombiana sino con la clase dirigente tradicional a la que privilegia y extiende indefinidamente la prioridad de específicos negocios particulares en las áreas de minería, agroindustria, infraestructura e intermediación financiera, sobre las áreas sociales como Educación Y Salud.

Y, mientras el ministro de Defensa se desgañita públicamente, a lo culebrero de pueblo, informando que hay disponibles 3.000 millones de pesos por la cabeza de “El Paisa”, vivo o muerto, le faltó decir, el PND se orienta deliberadamente a desconocer los compromisos con la paz que sería lo que, definitivamente, pondría fin a la producción de guerrilleros y narcos y le daría entrada al país a ese mundo del conocimiento en donde se disputa ya, y se intensificará mañana, la competencia de los países en el renovado ranking de desarrollados y subdesarrollados, o mejor, de viables e inviables.

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Enlace referido:

Prólogo BM al informe 2019

(la naturaleza cambiante del trabajo)

 

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