Echando carreta

27.04.2012 07:23

 

Las juntas comunales andan de elecciones. Los politicastros también…

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Las juntas de acción comunal (JAC) se preparan a celebrar este domingo 29 de abril sus asambleas generales para renovación de cuerpos directivos, comisiones y delgados por los próximos cuatro años.

Las JAC, como se dijo recientemente en este mismo espacio editorial, son la más auténtica expresión de la sociedad civil, cubriendo el país desde la vereda o el caserío municipal más remoto, hasta el más pomposo barrio capitalino.

Pero las JAC, también hacen parte de  ese malhadado establecimiento que solo las toma en cuenta cuando las utiliza como clientela electoral. El resto del tiempo, sus directivos deambulan por las alcaldías, de oficina en oficina, buscando un auxilio que nunca llega porque todos los mandatarios locales dicen en campaña cosas que nunca hacen como alcaldes.

Ahorita mismo en Tocancipá, por poner un ejemplo cualquiera, tanto el nuevo alcalde como el saliente, andan muy interesados en las juntas comunales. Y es evidente que el primero lo que trata es de apoderarse de su dominio para que no le alcen la voz; y el segundo, con premura que abisma, montar su anhelada y reconocidas ganas de volver a dirigir los destinos de este municipio dentro de cuatro años.

Pasada la efervescencia y calor, “vuelve el pobre a su pobreza y el señor rico a su mesa”, como diría Serrat. Ningún alcalde, ni el pasado ni el presente ayudará a las juntas comunales a salir de sus penurias, a pesar de que pueden y deben hacerlo al tenor del artículo 355 de la Constitución Nacional que dice:
(…) “El Gobierno, en los niveles nacional, departamental, distrital y municipal podrá, con recursos de los respectivos presupuestos, celebrar contratos con entidades privadas sin ánimo de lucro y de reconocida idoneidad con el fin de impulsar programas y actividades de interés público acordes con el Plan Nacional y los planes seccionales de Desarrollo”…

Pero no, una vez instalados en los despachos municipales, los alcaldes se escudarán en las intrincadas normas de la contratación pública para no darles contratos dizque porque no tienen experiencia, y no tienen experiencia, precisamente porque no les dan contratos.

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