DESACELERACIÓN ECONÓMICA – DEVALUACIÓN - EXPORTACIONES

15.06.2016 04:43

Análisis económico

X-Jorge Vergara Carbó

(Edición/Octavio Quintero/El Satélite)
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El crecimiento del PIB  en el primer trimestre del año 2016 fue del 2,5%, con una participación sectorial así:
1).- Sector industrial (5,3%), debido a la entrada de Reficar y al mal comportamiento del primer trimestre del año 2015;
2).- Sector Construcción (5,2%), impulsado por vivienda de interés social y obras públicas. Este sector debe crecer más en el tercer trimestre por las vías de 4G, las cuales entrarán en operación una vez logrado su cierre financiero debido al apoyo del FND que se nutrió de los recursos de la venta de Isagén; la construcción del puente sobre el río a Magdalena; la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, si es que Navelena logra el cierre financiero antes del 30 de junio del presente año, y la ampliación de varios aeropuertos del país, obras ya adjudicadas.
3).- Servicios financieros --la banca-- (3,8%), que logró utilidades  de  $2,7 billones, a pesar de la desaceleración de la economía, producto de las altas tasas de interés y altos precios de los servicios financieros prestados, comparados  con otros países.
4).- Servicios públicos domiciliarios (2,9%), a precios exorbitantes y de muy mala calidad en la Región Caribe.
5).- Y, por último, el sector comercio, 2,7%.
 Los demás sectores o crecieron poco o siguen en recesión, como el minero y canteras.
 
Caída de exportaciones
Llama la atención la caída vertiginosa de las exportaciones en el período enero-abril del 2016 (-30%), al pasar de US$12.708 a 8.899 millones de dólares, o sea una diferencia de US$3.809 millones, según el DANE.
 
La desaceleración de las exportaciones se debe en gran parte a la caída del sector petrolero e industrias extractivas en un 45,8%, al pasar de US$7.217 millones a US$3.915, en el periodo analizado. Este sector representaba en el año 2015, un 56,8% del total de exportaciones y, en el 2016, pasó a representar solo el 44%, producto de la caída en el precio internacional del petróleo y al menor volumen de barriles de petróleo exportado.
 
 El sector manufacturero disminuyó su participación en las exportaciones  de enero a abril del 2016, en un 15,3%, para un total exportado de US$2.261 millones, cuándo en el mismo período del 2015, había exportado US$2.671 millones.
 
Lo anterior indica que la industria colombiana no ha podido aprovechar la depreciación del peso colombiano con relación al dólar y al Euro. En diciembre 31 de 2015, la tasa de cambio fue de $3.149.7, o sea un 31,6% por encima de la tasa de cambio vigente a 31 de diciembre del año 2.014 ($2.392.46).
 
Este resultado contrasta con la receta   de los organismos internacionales (FMI –BID - BIRF) que presionan a los países del tercer mundo para que deprecien su moneda para que puedan exportar al abaratar sus productos en el exterior. Si fuera así, Colombia debió haber incrementado sus exportaciones ante la fuerte devaluación registrada en el periodo analizado. Se les olvida a esos organismos internacionales que en un mercado globalizado todos competimos  y, si el país no tiene productos de alta tecnología y competitivos en precios y calidad,  difícilmente pueda colocarlos en otros mercados. El sector manufacturero colombiano no es competitivo, presenta una de las más bajas productividades de la mano de obra, según lo manifestó en la 51 asamblea  de Asobancaria el profesor  de la universidad de Harvard, Dani Rodrik… Estamos por debajo de Chile y Perú que han logrado una alta productividad.  
 
Por otra parte la estructura de la industria en Colombia es oligopólica con tendencia a convertirse en  monopólica,  centrada en satisfacer a altos precios el mercado interno y no a exportar. Son pocas las empresas montadas para exportar. El sector manufacturero de Colombia tiene un bajo nivel de participación en el PIB (18%),  porcentaje que contrasta con el de Argentina 32%, Brasil 35%, México 79%, España 69%, Estados Unidos 62%, Canadá 46% y la China 94%.
 
Las exportaciones del sector agrícola (caza, silvicultura, pesca, ganadería, agricultura) incluyendo a la de alimentos  y bebidas, superan a las del sector manufacturero al pasar de US$2.482,5  millones a US$2.372,2 millones, o sea un 4,4% menos de enero a abril del 2016. Este sector representa el 26,6% de las exportaciones y, significa el 6,3% del PIB. Las mayores exportaciones las representan el café (US$791 millones); las flores (US$478,1 millones); aceite de palma (US$78 millones); y, confitería sin cacao (US$146,8). Estos productos representan el 63% del total de las exportaciones entre enero-abril del 2016.
 
Paz y política agraria
Las anteriores cifras contrastan con el potencial agrícola del país y refleja la falta de una política pública específica para sacar adelante el sector agropecuario que cuenta con tierras aptas en todo el territorio nacional para producir alimentos no solo para satisfacer el mercado interno, sino también para exportar, si lo  dotan con una infraestructura adecuada,  crédito con  tasas de interés bajas, seguro y  compra de cosecha, silos, distritos de riego , vías de comunicación, ciencia-innovación y tecnología y capital suficiente para tecnificar el campo .
 
La paz, para consolidarla, tenemos que definir una política agraria que no solo contemple la posesión de la tierra, sino que ofrezca estímulos y garantías necesarios para que se den  alianzas público-privadas que  conlleven alta tecnología al campo para su desarrollo, de tal forma que empecemos por producir  muchos de los productos que hoy importamos (10 millones de toneladas al año) , aunque a precios superiores pero generando empleo en el campo, en vez de dárselo  a los países desarrollados que subsidian su producción porque el sector agrícola en esos países no representa un porcentaje importante en la conformación del PIB. Por eso pueden darse ese  lujo que tanto daño hace a los países en vías de desarrollo. Competencia desleal, que no ha podido ser frenada por la OMC (Organización mundial del Comercio). Solo con políticas claras se podrá desarrollar en el país una industria manufacturera y una agroindustria sólida. Nuestra meta debe ser darle competitividad al sector manufacturero y al sector agrícola como a la agroindustria. Debemos ser capaces de definir en que somos buenos y dedicarle tiempo, recursos y estímulos para desarrollar un sector industrial  y un sector agrícola que ganen participación en el PIB.
 
Los otros sectores que contribuyen con la generación de divisas, son: el financiero, que exportó US$ 2.103 millones en el año 2015, cuando en el 2014 había exportado US$2.478 , o sea, un 15,1% menos; Comercio - restaurantes y hoteles, que exportó US$1.859 millones, con un crecimiento del 65,8% con relación al año anterior; y, el sector de la construcción que exportó US$760 millones, un 13,7% por encima del año anterior. Sigue en importancia el sector de transporte, almacenamiento y comunicaciones que exportó US$668 millones, inferior en un 66,5%. Contrario a lo anterior contrastan las exportaciones de minas y canteras (carbón y níquel) que pasó de US$2.997 millones en el año 2013 a solo US$533 millones en el 2015. Los otros dos sectores que exportan son gas, electricidad y agua (US$251 millones) y, servicios comunales, US$238 millones.
 
TLC y exportaciones
En síntesis, las exportaciones colombianas pasaron de US$54.795 millones en el año 2014, a solo US$35.691 millones en el 2016 con una caída real de US$19.104 millones y comparativa del 35% que en parte se debe a la caída del precio y a la menor cantidad de barriles de petróleo exportado, como también a los precios del carbón y el níquel; a la baja productividad de la industria  y al conflicto interno que no ha permitido desarrollar  el sector agrícola.
 
Las cifras de las exportaciones colombianas muestran claramente que es poco, por no decir nulo el beneficio que hemos recibido de los distintos TLC que se han firmado. Con la globalización de los mercados, la orientación del sector industrial como el agrario, tiene que ser otra. Competimos con todo el mundo, hoy  el concepto de ventaja comparativa ha sido revaluado totalmente, porque los avances tecnológicos en el transporte y las comunicaciones acortan las distancias,  lo que nos hace  vulnerables, si no cambiamos de enfoque en el modelo del sector industrial  y agrario que queremos desarrollar.
 
Colombia está muy lejos de los valores de  exportación (US$35.691 millones en 2015) de países como México que hoy ocupa el puesto número 15, en el mundo con US$380.000 mil millones, cuando antes del año 1.994, cuando firmó el Nafta con los  Estados Unidos y Canadá exportaba US$50.000 millones. Lo que significa que ha multiplicado por 7.6 veces, sus exportaciones. Argentina Exporta US$85.000 millones, 2.4  veces lo que exportamos, Brasil exporta US$245.000 millones, Canadá US$459.000 millones, El Reino UnidouS$541.000 millones, Singapur US$410.000 millones, Francia US$580.000 millones, Japón US$715.000 millones, Alemania US$1.5 billones, los Estados Unidos US$1.6 billones y el número uno del mundo China US$2.2 billones. Chile exporta US$77.300 millones y Perú US$39.800 millones. Todas estas cifras muy lejos de lo que Colombia exporta a pesar de todos los tratados de TLC firmados. 

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