DE LA VIDA REAL

22.08.2019 03:50

Un colombiano ejemplar

Abraham intercede por Sodoma y Gomorra

…23 Y Abraham se acercó, y dijo: ¿En verdad destruirás al justo junto con el impío? …24 Tal vez haya cincuenta justos dentro de la ciudad; ¿en verdad la destruirás y no perdonarás el lugar por amor a los cincuenta justos que hay en ella? …25 Lejos de ti hacer tal cosa: matar al justo con el impío, de modo que el justo y el impío sean tratados de la misma manera. ¡Lejos de ti! El Juez de toda la tierra, ¿no hará justicia?… (Génesis 18:24).

 

Por: Fabio Becerra Ruiz

Envía: REDGES

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Los colombianos, a diferencia de lo que nos muestran las telenovelas en el exterior, nos caracterizamos en inmensa mayoría por ser gente honesta, trabajadora, hogareña y amantes de nuestra tierra…

Pero, existen seres especiales que son ejemplo para las nuevas generaciones, como es el caso del abogado nariñense ENRIQUE VILLARREAL SARASTY.

Nacido en las breñas de esa hermosa tierra del sur del país,  el jurista inició su carrera profesional, hace casi setenta años, llegando a destacarse como  Juez Superior en Bogotá  donde, paradójicamente, a  su despacho le correspondió, por reparto, el proceso  contra el general Rojas Pinilla, cuando la Corte Suprema, al declarar que  el  13  de  junio de 1953  existió abandono del poder por parte de Laureano Gómez y Roberto Urdaneta Arbeláez, declaró vacancia en el poder presidencial en dicha fecha, y remitió  proceso contra el ya entonces ex Presidente de facto, Rojas Pinilla, a los jueces superiores, correspondiéndole al Juez ENRIQUE VILLARREAL fallar  en 1957  el espinoso asunto.

También se desempeñó como magistrado e igualmente ejerció como abogado litigante, teniendo entre sus casos más sobresalientes el ser abogado del Partido Conservador como defensor del representante, Amadeo Rodríguez, incriminado por la muerte del congresista liberal, Gustavo Jiménez, ocurrida en septiembre de 1949 en el propio recinto del Congreso, después de intensa balacera por motivos políticos.

También ofició como abogado de Pablo Escobar Gaviria, cuando el capo hacía sus primeros “pinitos” como delincuente, y sin la asombrosa cifra que llego a atesorar años después.

Pasados los años, y  en estado económicamente precario, por haber sido un jurista intachable, pulcro y honorable profesional, llegó a la tercera edad  como pobre de solemnidad, y  a avanzada edad continuaba sin lograr una pensión de vejez, ya que para acreditar algunos tiempos de servicio  requeridos, se debía acudir a archivos incendiados en la revuelta del 9 de abril de 1948, por lo cual debió emplearse como abogado de planta de la Personería de Bogotá, y a sus 82 años rompía el récord de edad y  permanencia activo como funcionario público  en Colombia; eficiente, entre otros campos, el penal, por su brillante y larga experiencia profesional, pues, debía completar el tiempo que le faltaba para su pensión, y luego para  luchar con tesón,  a efecto de que le fuera reconocido su magro auxilio de vejez, que aún disfruta a sus 93 años con plena lucidez mental, aunque aquejado en su salud  por el inexorable paso del tiempo .

ENRIQUE VILLARREAL SARASTY es, indiscutiblemente, un hombre digno, recto y  modesto; un orgullo para la profesión de la abogacía en Colombia; y su vida y ejecutorias como jurista, deberían enseñarse en las universidades como ejemplo de pulcritud profesional, en especial hoy día con tantos nuevos y viejos profesionales del derecho que intentan ganar casos y dinero con toda clase de artimañas legales, y tanto colombiano que se ilusiona con crear fortuna sin sacrificios y de manera fácil, lo cual choca con la trayectoria de este hombre sencillo que soporta las dificultades de salud en la vejez  con la satisfacción del deber cumplido como jurista, como padre, como abuelo, como colombiano de bien y modelo de profesional respetado y respetable para las nuevas generaciones.

ENRIQUE VILLARREAL SARASTY:

Celular: 300-5713733

Casa: 8119341

 

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