DE LOS INSTITUTOS A LAS AGENCIAS

La Agencia Nacional Minera (ANM), heredera de Ingeominas, es otra de esas nuevas entidades estatales nacidas en la administración Santos bajo el esquema de "Agencia" en vez de "Instituto", en confirmación de esa maravillosa expresión de Lampedusa en su obra del Gato Pardo que aconseja importante cambiar todo para que todo siga igual… 

El asunto es que Lampedusa no conoció a Colombia en donde, todo  NO cambia para que siga igual sino peor, porque aquí, este país,  se rige más por las leyes de Murphy, una de las cuales resulta patética en toda la administración Santos que nos va llevando a comprobar que todo lo malo de Uribe, era susceptible de empeorar.

El caos en ANM, es cosa de locos; y esto es lo único en que se han puesto de acuerdo ambientalistas y predadores en todo tiempo y lugar. Un botón basta de muestra: el  gobierno ha designado seis presidentes en esa entidad, en menos de tres años.

La ANM no tiene continuidad ni en sus políticas ni en sus procesos. Los derechos de petición no se responden conforme a los términos que fija la ley. Las prórrogas de suspensión de obligaciones no se suscriben en tiempo ni nadie responde por las prórrogas de etapas de exploración. En lo que va corrido de la administración Santos, no se ha presentado ni una sola propuesta para adjudicación de concesiones mineras, situación que ha afectado notoriamente el ingreso de recursos propios para la entidad. El nuevo catastro minero no ha entrado en operación y el anterior, que funcionaba más o menos, fue práctica e inexplicablemente abandonado.

Mientras tanto, la actual presidenta, María Constanza García Botero, viaja al exterior más que Ruth Marina Díaz, la tristemente célebre presidenta de la Corte Suprema de Justicia.

Si a este caos se le agrega la ineficiencia de las CAR y el despelote de las oficinas municipales del medio ambiente, el resultado es la puesta en marcha de una política de topa tolondra en todo el sector de la minería en Colombia, una de las locomotoras de la administración Santos, para más, la que, al decir de los expertos, es la única que medio ha funcionado (¿?).