Cumbres borrascosas

21.04.2012 07:04

 

El mundo entero habla de la Cumbre de las Américas recientemente celebrada en Colombia, pero no por las conclusiones que hayan quedado como una visión continental a seguir en el futuro inmediato, sino por el aquelarre de los guardaespaldas de Obama con unas prostitutas en el Hotel Caribe.

El morbo humano abreva en este barril, al punto que, hasta una empresa aérea, Spirit Airlines, lo aprovecha para promocionar tentadores viajes de  turismo sexual a la bella Cartagena de Indias (y de putas, diría con aplausos de todos, García Márquez), en la que se esconde provocativa la aventura íntima y la aventura social de millares de familias de Chambacú,  en extrema pobreza.

No estaría equivocado quien sostuviera que el sexo es consustancial al turismo y, por ende, promocionarlo a través de agencias de viajes, es lo más natural a una empresa cuya objeto social es eso.

Hemos visto crecer como espuma la dignidad nacional de Colombia exigiendo a Spirit retirar la publicidad que exalta el turismo sexual  en Cartagena, puesto en evidencia por los escoltas de Obama, que se vino a saber porque no se cumplió el contrato verbal pactado entre las partes.

Con la misma razón debieran reaccionar los gobiernos de Venezuela o México contra esas agencias de viaje que nos invitan a las playas de Islas Margarita o Acapulco, no se va propiamente a rezar.

Quizás la publicidad de Spirit, lo que resulta es un poco chabacana frente a otros anuncios subliminales de agencias de viajes ilustrados con hermosas mujeres ligeras de ropa.

Sin proponérselo, los guarda espaldas de Obama nos han señalado una de las pocas cosas rentables que nos queda (el turismo sexual), después de la puesta en escena del TLC que poco nos trae y mucho se lleva…

—————

Volver