Cota, con el destino en sus manos
25.05.2012 08:52
Todo lo que le deseamos a los cotenses este domingo de elección de nuevo alcalde es que voten bien, voten decente.
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Los más importantes medios de comunicación de Bogotá vienen denunciando la inminencia de irregularidades en el proceso político que culminará este domingo 27 en Cota, Cundinamarca, con la elección de nuevo alcalde.
Dicen que algunos candidatos se están volando el tope de gastos permitidos; que hay trashumancia y constreñimiento electoral, entre otras irregularidades que gravitan sobre un municipio que parece estar perdiendo su lucha contra el fuerte expansionismo capitalino.
Todo lo anterior resulta más grave, pues, en medio de estas presuntas irregularidades, las autoridades administrativas y de control y vigilancia, no hacen el debido esfuerzo por garantizar una elección transparente que le devuelva a Cota la gobernabilidad perdida.
Nadie entiende, al menos sin sospechar sobre la probidad de las autoridades, que se haya extendido tanto un fallo sobre tan palmaria inhabilidad como la que acusaba el candidato elegido alcalde en las elecciones del pasado 30 de octubre. No se entiende cómo se le permitió posesionarse ni tampoco que, una vez sancionado, el gobernador de Cundinamarca haya encargado dos alcaldes en menos de 15 días, el último de ellos de la cuerda del destituido que, obviamente, no ofrecía ninguna garantía administrativa y, por el contrario, generaba una bien justificada desconfianza.
Lo inexplicable de todo es que, frente a la elección del próximo domingo, no se pueda decir, como debiera ser, “borrón y cuenta nueva”, porque nuevamente pesan sobre algunos candidatos denuncias que de resultar elegidos podrían dejar a Cota nuevamente en el limbo administrativo.
Hemos oído decir, y es cierto, que todo extremo es vicioso. Esa premisa puede estar avalando las muchas dudas que se ciernen sobre la justicia tan garantista que se deriva del llamado “debido proceso” que rodea todo acto acusatorio.
Más que rodear al acusado de plenas garantías, el debido proceso ha devenido en mayor impunidad, sobre todo a los niveles más altos, en donde los acusados tienen poder económico y de influencias políticas para manipular los procesos a su amaño.
En conclusión, Cota no debe esperar que las autoridades de control y vigilancia electoral resuelvan oportunamente la disyuntiva política; ni volver a quedar en manos de alcaldes encargados al capricho político. La solución está en manos de los electores este domingo que, en lógica, debieran buscar entre los distintos aspirantes, el candidato que mayores garantías de estabilidad política y administrativa ofrezca; y ese, en nuestro concepto, es el candidato Carlos Moreno, avalado en esta nueva oportunidad por los partidos Conservador y de la U.
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