AUTODEFENSA AMBIENTAL

21.04.2013 08:49

Más de 25.000 firmas entregaron los colombianos al Ministerio del Medio Ambiente, en defensa del páramo de Pisba (en la foto), y en apoyo a los campesinos del municipio de Tasco, Boyacá, que se han alzado en defensa de este santuario natural.

La campaña impulsada por Avaaz Internacional a través de las redes sociales de Colombia y el mundo, busca armar una gigantesca protesta capaz de confrontar al gobierno del presidente Santos en su doble discurso de dar títulos mineros y licencias ambientales en paraísos naturales. Fortalecer la lucha por el agua, es la consigna.

Los ecologistas todos, moderados y extremos, consideran la política minera del gobierno como el  peor atentado ambiental que se esté cometiendo en la historia del país. “Llegó la hora de apoyar a los defensores de los páramos y exigirle al gobierno que de una vez por todas termine con su hipocresía ambiental”, dicen en la nota de protesta, puesta a consideración del gobierno el pasado viernes, 19-4.

Los páramos aseguran el 70% del agua de los colombianos, y ahora el Páramo de Pisba está en manos de una multinacional que quiere triturarlo para sacar carbón. “No permitiremos que el gobierno y las mineras se junten para lucrarse y devastar nuestra riqueza natural. Estamos a tiempo de prevenir un daño irreparable. Únete para exigirle al gobierno que saque su locomotora de las zonas de alta sensibilidad ambiental”, proclama la masiva protesta impulsada por las redes sociales.

Los páramos, fábricas naturales de agua y motores de equilibrio ambiental, son ecosistemas que deben ser protegidos de manera especial según la Constitución y sus normas derivadas. Colombia es el único país del mundo que alberga el 50% de los páramos de todo el planeta. Sin embargo, el gobierno sigue tolerando las industrias extractivas en estos bosques que aseguran el agua de la mayoría de los colombianos.

Durante años, los políticos se han encargado de enredar las normas para defender los intereses de los mineros, feriando títulos y licencias ambientales en parques naturales, páramos, y reservas forestales. El escándalo tocó fondo el año pasado cuando todo el país se movilizó en contra de la explotación del Páramo de Santurbán. Desde junio de 2012 el Ministerio de Ambiente tiene un nuevo mapa de páramos de tres millones de hectáreas y a la fecha, sigue sin tomar acciones para evitar su destrucción. 

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