COLOMBIA: EJEMPLO EN LA OCDE

24.10.2019 08:51

Colombia se está fortaleciendo económicamente y este año registrará el PIB más alto de la región: 3,4%, dice en su informe la OCDE

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El informe de la OCDE, publicado hoy en Cesla.com (Centro de Estudios Latinoamericanos), indica que el repunte del PIB se debe al crecimiento de la demanda interna y agrega que la inversión será un motor clave del crecimiento, ayudada por los proyectos de infraestructura, las recientes reformas tributarias y bajas tasas de interés.

La inflación se mantendrá cerca de la meta del 3%, apoyando los ingresos reales y el consumo”, señala el reporte. Asimismo, resalta la OCDE que las políticas macro del país tienen allanado el camino para lograr reducir el déficit fiscal al 1% del PIB, en línea con la regla fiscal, pero que la volatilidad internacional actual debe mirarse de cerca, ya que podría impactar el crecimiento económico. No obstante, los mayores precios del petróleo y el carbón podrían impulsar la inversión, mientras que el turismo puede dar “una sorpresa”.

Luces y sombras

A pesar de lo anterior, el país, según la OCDE, urge de la implementación de mayores medidas de ingresos y gastos. Las necesidades de estos últimos, por ejemplo, para cubrir deficiencias de infraestructuras, los programas sociales o el proceso de paz, son elevadas. “Es necesario adoptar aún más medidas para mejorar la eficiencia del gasto y la estructura tributaria del país”, reza el informe, que plantea ampliar la base gravable del impuesto de renta y del IVA, reducir los impuestos a las empresas y eliminar “sus numerosas exenciones tributarias”.

El segundo frente de trabajo que pone de presente la OCDE para Colombia es la necesidad (sí o sí), de impulsar la productividad y el comercio, que deben ser los motores de crecimiento de la Nación.

“Los motores tradicionales del crecimiento, esto es las industrias extractivas intensivas en capital y los favorables términos de intercambio, han alcanzado sus límites. Continuar mejorando los niveles de vida dependerá del aumento de la productividad, lo que exige una mejora de la regulación empresarial, un aumento de la competencia y una mayor apertura comercial”, afirma la entidad.

Incluso, en este último punto, la Organización enfatizó que a pesar de la decena de tratados que ha firmado el país, la apertura comercial es baja y en eso ha influido fuertemente el incremento que ha habido en las barreras no arancelarias, sumado a que los costos de exportación de Colombia son elevados.

De acuerdo con el reporte mencionado, “el acceso a la financiación ha mejorado (...) y el crédito doméstico al sector privado ha aumentado”, y para seguir avanzando es vital “la introducción de una mayor competencia en el sector bancario, la eliminación gradual del impuesto a las transacciones financieras y la reducción de los requisitos regulatorios para que los bancos tengan que invertir en determinados instrumentos contribuirían a reducir el costo de la financiación bancaria”.

Empleo y política social

Uno de los otros ejes que plantea este ‘club de buenas prácticas’ tiene que ver con el empleo y la política social del país. Sobre el primero, la organización señala que la informalidad ha ido disminuyendo, pero sigue siendo elevada, por lo cual son necesarias acciones en diversos ámbitos, “incluida la reducción de los costos laborales no salariales, que siguen siendo uno de los más elevados de América Latina”. Y agregó: “Es clave rebajar los costos de registro de empresas y la simplificación del alta de los trabajadores en la seguridad social”, que facilitarían la formalización de empresas y puestos de trabajo.

Incluso, por estos días que ya se comienzan a ventilar las primeras propuestas para ajustar el salario mínimo del 2020, la OCDE propone revisar este punto, de tal modo que permita “lograr un nivel más favorable al empleo y la mejora de la calidad y relevancia de la educación y la capacitación”, que también “deberían formar parte de la estrategia” del Gobierno. Y es que el Ejecutivo debe tener en la mira, de acuerdo con la Organización, que los trabajadores consigan empleos de alta calidad.

No obstante, esto es una titánica tarea que debe incluir el acceso a una educación y capacitación de alto nivel. “Si bien Colombia ha conseguido grandes avances en materia de educación, todavía queda un largo camino por recorrer para mejorar el acceso y la calidad, y para reducir las tasas de abandono escolar, sobre todo en las zonas rurales”, agrega la entidad.

Por el lado de la política social, Colombia sigue teniendo una deuda histórica en focalizarla. Bien lo dice el organismo cuando afirma que “las transferencias monetarias a la población más desfavorecida son escasas y una gran parte de los subsidios –como los relacionados con las pensiones y la vivienda– van a parar a la población más rica. La cobertura en las zonas rurales es baja. Se podría lograr una mayor equidad reasignando una mayor parte del gasto, por ejemplo, aumentando las transferencias monetarias hacia las poblaciones vulnerables, enfocándose en las zonas rurales y las minorías étnicas”.

Esto último coincide con varios programas que está ejecutando o planeando el Gobierno nacional, particularmente con la priorización de los subsidios, a través del barrido que se hará con el Sisbén IV, y con la futura reforma pensional o de protección a la vejez, que –según el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla– en algún punto eliminaría los subsidios para quienes reciben mayores recursos.

 

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