Coge vuelo el castigo político

El Departamento del Valle parece recorrer el camino de Bello, Antioquia, cuando en las elecciones de octubre, para sorpresa de todo el mundo, el voto en blanco para alcalde ganó las elecciones, obligando a una nueva elección sin la presencia de los candidatos humillados.

El voto en blanco ha venido creciendo en las últimas elecciones en el Valle. Según las estadísticas avaladas por la Registraduría, en el 2003, cuando fue elegido gobernador del Valle el hoy vicepresidente Angelino Garzón, el voto en blanco alcanzó un total de 5.01% del total de votos emitidos: 58.814; cuatro años más tarde (2007), en las elecciones a gobernador que ganó Juan Carlos Abadía, el voto en blanco subió al 7.37% del total de votos emitidos para entonces: 102.977. Y en octubre pasado, cuando fue elegido Héctor Fabio Useche, el voto en blanco alcanzó su máximo histórico en el departamento con 11,09%, sobre un total de 154.426 votos emitidos.

Los analistas observan que esta vez el voto en blanco puede poner en calzas prietas a los candidatos, pues, se ha desatado una masiva campaña mediática estimulando a los electores a usar esta herramienta de castigo político contemplada en la Constitución y estrenada en las elecciones locales del 30 de octubre por el municipio de Bello, Antioquia.

Nada mostraría mayor madurez política en este país, atravesado por una imparable corrupción en todos los campos de la vida pública y privada, que la utilización consciente del voto en blanco para castigar a tantos políticos que han convertido la administración pública de departamentos y municipios en verdadero botines de guerra, capturando los recursos públicos, valga decir, la plata de todos los contribuyentes, para su provecho personal.