Aquí estoy y aquí me quedo...

05.10.2012 04:45

Coca Cola no va a salir de Tocancipá porque se le esté negando en estos momentos la venta de agua en bloque, dice Silvia Barrero (en la foto), una de las voces oficiales de la empresa que viene levantando una de las plantas embotelladoras más importantes de Latinoamérica en este municipio de Sabana  Centro, con una inversión de 320 millones de dólares.

En medio de la Guerra del Agua declarada por Bogotá a cerca de 16 municipios vecinos de las provincias de Sabana Centro y Sabana de Occidente, se encuentra Coca Cola –Femsa que viene, además de gestionar el servicio ante la EAAB, buscando agua subterránea mediante perforaciones profundas con licencia de la CAR.

“Como es natural, el agua es fundamental, pero en abril pasado la Empresa de Acueducto nos informó que no hará ningún tipo de conexión ni venta de agua en bloque a nuestra planta, lo que nos ha llevado a buscar alternativas, que están en estudio, para solucionar esta dificultad, porque el proyecto no se va a detener”, dijo la señora Barrero, a Semana.com

Van con todo

La guerra no para ahí. Según la versión de Semana.com, hace poco el gerente de la EAAB, Diego Bravo, anunció que está evaluando suspender el abastecimiento también a la planta de Bavaria-SabMiller, porque “de acuerdo con la normatividad existente, la empresa no puede suministrar agua por fuera del perímetro urbano de Bogotá”.

El mismo funcionario capitalino, que hace años dirigió la CAR, acaba de pedirle a la Corporación que inspeccione e investigue los vertimientos que vienen haciendo al río Bogotá empresas asentadas en Tocancipá como SabMiller, Emgesa, Britalia, TopTEx y las demás que funcionan antes de las bocatomas que captan aguas para ser tratadas en la planta de Tibitóc, que abastece al occidente de Bogotá y a diez municipios de Cundinamarca.

Posición dominante

En este debate, la posición dominante de la EAAB parece neutralizada por la alianza Ministerio de Vivienda – Gobernación de Cundinamarca – Alcaldes municipales. Así, por ejemplo, el gobernador Álvaro Cruz afirma que “frente a la venta de agua en bloque, la concesión que el gobierno les dio a Bogotá y a 16 municipios de la Sabana no tiene restricción, por lo que la Empresa de Acueducto no puede imponer condiciones a merced del monopolio que ejerce, pues según la Constitución el desarrollo territorial está en cabeza de los alcaldes y Concejos de cada municipio, y no de una empresa o de alguien que quiera mandar sobre toda una región. El Acueducto y Petro están suplantando a los alcaldes, Concejos, autoridades ambientales y nacionales, y al mismo gobierno, pero ya hay suficientes argumentos, incumplimientos y violaciones para demandarlos”, le dijo el Gobernador a Semana.com

Para el mandatario departamental, Petro también actúa de forma contradictoria porque cerca del 80 por ciento del agua que trata y consume la capital nace en el páramo de Guerrero, ubicado entre Chiquinquirá y Ubaté, y de los páramos de Chingaza y Sumapaz, del territorio de Cundinamarca. Por eso, el gobernador y los alcaldes de la Sabana sentencian que Bogotá no les puede restringir la venta de agua a “sus dueños naturales”. Y “más aún cuando no está usando ni 15 de los 29,5 metros cúbicos por segundo que trata en todas sus plantas”. Además, observan que Petro predica pero no aplica. “Bogotá tampoco ha sido justa con la región, ni con sus fábricas de agua”, dicen. Y razones no les faltan. Según el Ministerio de Medio Ambiente, la ciudad apenas invierte 1 millón de pesos diarios en conservar el parque natural de Chingaza, de donde proviene la mayor parte del líquido que toman los bogotanos.

 

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