AHÍ ESTÁN PINTADOS

17.04.2013 05:45

La publicidad tiene unos artificios que –creo yo- es la única actividad en el mundo que se da licencia de justificar los medios en aras del fin. Un buen publicista no debe prestar atención a lo que haya de hacer, con tal que la publicidad tenga éxito.

Cuando Mockus descubrió en Colombia que la chabacanería era mejor gancho electoral que un lúcido discurso, de ahí en adelante la política descendió del cerebro al estómago y por eso, hasta ahora, la mejor campaña publicitaria es la de un ministro que anda por ahí construyendo “la casa en el aire” para elevar sus acciones a la Presidencia.

Con el mismo objetivo político andan, el presidente Santos negociando la paz con las Farc, y su primo hermano, Pacho Santos, destruyéndosela. El éxito publicitario no tiene precio: la paz vale güevo y cien millones de pesos que le podrían imponer de multa, no por atentar contra la paz sino por violar la ley de garantías electorales, valen menos: su valla, la que pregunta por quién ha matado más policías, si Pablo Escobar o Iván Márquez, ya logró el efecto.

 En este caso del éxito publicitario a cualquier precio, no debe preocupar tanto el contenido sino el continente: la ética, la moral, el respeto a la ley, todo, frente a una buena publicidad, vale nada y el resto vale menos, como diría el poeta.

De ese corte son los que han gobernado este país y lo quieren seguir gobernando y, lo que resulta patético, es que queremos que nos sigan gobernando los mismos con las mimas.

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Comentarios

De Lilia Beatriz Sánchez, presidenta de la Sociedad Colombiana de Economistas: De acuerdo. Tienes toda la razón.

De Libardo "El alquimista": Queda comprobado , una vez más: ... "la perra que los parió , está otra vez en celo". 

De Manuel Prado:Por eso, como no cambian las costumbres politiqueras de quienes deberían dar ejemplo, hay que reformar los postulados de la Constitución, para que no sigan jurando en vano quienes al tomar posesión de los cargos de elección popular, o aspiran a reencaucharse, se comprometen a velar por la vida, honra y bienes de los colombianos. ¿Qué tal?

Por los efectos de los hechos que protagonizan,  ¿habría alguna diferencia entre quienes se colocan al margen de las leyes y los que, impunemente, incumplen sus deberes como servidores públicos?

El sentir ciudadano se refleja en las encuestas que revelan el sensible déficit de favorabilidad de los "poderes" ejecutivo, legislativo y judicial, teóricamente responsables de garantizar la integridad de los derechos fundamentales.

De Jaime Lustgarden: La verdad es que ambos mataron demasiada gente, y el crimen no debe pagar. Ningún santo le conviene a Colombia, creo sería el mejor slogan en el momento.


 

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