A EXPLICACIÓN NO PEDIDA...

24.09.2013 06:49

El viceministro de Empleo y Pensiones, Juan Carlos Cortés, aclaró que la disposición que eleva a partir del año entrante la edad de los colombianos para jubilarse, es una ley aprobada por el Congreso en el año 2003.

O sea que, según el Vice, este gobierno no tiene “nada qué ver”, como dicen por acá, los cachacos.

Eso hasta podría ser excusa en otro gobierno… Pero en éste, presidido por el único colombiano que ha sido capaz de pasar por todos los gobiernos –desde chiquito- sin romperse ni mancharse, es un adefesio que busca, por demás, blindar a Santos de toda crítica que pueda hacérsele de cara a su ya incierta reelección el año entrante.

Colombia está gobernada por un régimen que, para no irnos muy atrás, va para 24 años en su versión neoliberal. El cambio de presidentes, como en la paradoja del Gato Pardo, solo ha servido para que todo siga igual. Luego, para las cuentas claras, los colombianos solo deben tener en cuenta que a partir del año entrante, se requiere tener 62 años, los hombres; y 57, las mujeres, para aspirar a una pensión.

Y la esperanza se pierde, si se tiene en cuenta la intermitencia laboral a que han venido sometiendo a la gente en virtud de la flexibilización que arrasó con la contratación a término indefinido, sustituida por miserables contratos a destajo bajo la infame excusa de generar más empleo… ¿Cuál?

Hoy en día la relación podría ser… un año de trabajo por otro de paro, tiempo que se gasta en conseguir otro empleo indirecto por otro año máximo, en una agencia o cooperativa de remuneración mínima y pretermitida informalidad, algo que también le va a limitar en el tiempo la posibilidad de pensionarse… Pero éste es otro cuento.

Es decir: si se necesitan 20 años de cotización para alcanzar pensión, van a pasar 40 de vida laboral, como mínimo; y si estuvo de buenas y se enganchó en empresas formales desde los 25, quiere decir que hacia los 65 podría iniciar los trámites de la pensión…

Irónicamente se pudieron haber ahorrado la ley y el desprestigio que hoy desembocará, a pesar de la piadosa advertencia del Viceministro, en cabeza del presidente Santos.

No creo que a este sujeto laboral de hoy le interese mucho diferenciar cuál fue el Presidente o Congreso que le hizo más difícil la posibilidad de tener una vida digna en la vejez. ¿O sí?

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