“¿A QUIÉN ENGAÑAS ABUELO?”
07.09.2019 06:30La transmisión de
mando generacional
Nota del Editor
Este tema, centrado en Bogotá por razones estadísticas a la mano, es válido para las principales capitales del país, digamos: Cali, Medellín, Barranquilla y, en general, las de problemas sociales como educación, transporte, empleo, servicios públicos y salud, muy concentrados en poblaciones jóvenes o alcanzando la madurez que, tendentes a liberarse del “voto amarrado”, podrían votar por candidatos con soluciones pragmáticas en esos campos.
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El metro de Bogotá parece que definirá la elección del próximo alcalde… Al menos, es el tema que acapara todos los debates, concentrando, por tanto, la atención de los electores.
En este sentido, el metro se ha politizado. Es muy probable que la gente esté pensando su voto sin más consideraciones que la utilitaria, derivada de la primera línea anunciada oficialmente.
El primer tramo, como tanto se ha dicho, iniciará en el Portal de las Américas (en el suroccidente); tomará al sur por la avenida de Cali hasta la avenida Villavicencio para conectar con la avenida Caracas por la que correrá hasta la calle 78, y vuelta al inicio, en un trazado de 24 kilómetros.
En la página virtual ‘Metro Bogotá’, se dice que este primer trazo “es producto de un análisis del año 2010 que determinó pasar por los sectores más poblados y con mayores necesidades de transporte”.
Ahí es donde comienzan las mentiras y se enciende el debate que, entre otras cosas, le da razón a la candidata Claudia López que tilda al proyecto de “medio metro”, ya que deja por fuera a poblaciones urbanas de alta densidad demográfica como Engativá y Suba con, al mismo tiempo, deficiente infraestructura vial.
Por ejemplo, Suba, según el censo del Dane/2017 y las estadísticas de Planeación distrital, concentra una población de 1’282.980 habitantes, el 16% de la población total de Bogotá, con otro ítem: el 25% de esta población está entre los 20 y 39 años, es decir, 419.000 personas en edad electoral que pueden definir al próximo alcalde de la capital.
Hace poco, REDGES resumió un interesante estudio internacional sobre las tendencias de los mileniales y zetas (generaciones nacidas entre 1981-1996 [los primeros], y después del 2000, los segundos), hoy en día entre los 19, 25 y 39 años, que se están tomando muy a pecho la conducción política del mundo. Por supuesto, ni Colombia, y menos Bogotá, la ciudad más independizada de las castas políticas, escapa a esa tendencia universal que se refleja, patéticamente, en la población de Suba.
Sin dárnosla de arúspices políticos, por eso es que la propuesta de C. López aventaja a sus competidores, a pesar del tono cantaletoso y dogmático que a veces asume la candidata. Su propuesta de asumir el “medio metro” elevado de Peñalosa, si es que lo deja contratado, y, rápidamente proyectar ramales a Engativá y Suba, le debe estar metiendo a la bolsa muchos votos de mileniales y zetas. Y, por lo mismo, debe ser que se quedó pegada la candidatura de Hollman Morris, porque solo se dedica a defender el metro subterráneo contra el elevado sin decir “cómo voy yo”, el elector.
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