¿Hasta aquí llegamos?

01.07.2012 06:56

 

La última incursión de la sociedad civil que echó a tierra la reforma a la Justicia ha dejado a muchos, probablemente, un poco despistados, pues, andan preguntando dónde encuentran los formularios para firmar la revocatoria del mandato al Congreso.

Quizás el tema valga alguna explicación, sin perjuicio de que opiniones más autorizadas puedan ilustrar mejor el asunto.

Debemos empezar, entonces, por decir que la revocatoria del mandato a los congresistas no está contemplada ni en la Constitución ni en la Ley. Luego, lo que podría impulsarse sería un referendo para presentar una reforma constitucional que abriera la posibilidad de revocar el mandato a los congresistas.

De paso, se debe aclarar que dicha reforma tendría necesariamente que pasar por el Congreso, en un trámite legislativo que ya sabemos debe surtir ocho debates, pasando finalmente a una Comisión de Conciliación que le da la puntada final.

En plan de sorna, digamos que ojalá el feliz referendo de nuestro cuento, no caiga en manos de una Comisión de Conciliación como la que concilió la reforma a la Justica porque, de pronto, lo que termina revocado es el incipiente derecho de los ciudadanos a revocar los mandatos de gobernadores y alcaldes, que es lo que actualmente se contempla en la Constitución.

En las postrimerías del trágico final de la reforma, la sociedad civil arreció con la arenga de “Sí a la Justicia, no a la reforma”, promoviendo el referendo revocatorio.

Y sea del caso también aclarar que en el ordenamiento jurídico tenemos dos clases de referendo: el aprobatorio y el derogatorio. En el caso que nos ocupa hubiera sido del segundo orden, lo que quiere decir que una vez hundida la reforma, quedó también sin piso la revocatoria. Como dicen… “Muerto el perro, muerta la chanda”.

Si proseguimos con el tema, sería entonces, como se dijo al principio, un referendo aprobatorio de una reforma constitucional que introdujera la revocatoria del mandato a los congresistas.

Valga la pena pegarle a este tema una reflexión final:

Los impulsores de todos estos movimientos cívicos adquieren más que nadie históricas responsabilidades, pues, nada es más frustrante que esos momentos en que todo resulta, como dice el refrán, “víspera de mucho y día de nada”.

Esto último nos obliga ahora a aclararle bien a la gente cuál es el juego, entre otras cosas, porque en ese río revuelto que conforman todos los movimientos sociales, aparecen los pescadores de oportunidades que, para no dejarlo en tácito, podrían provenir de la casta uribista que viene hablando de una nueva constituyente a ver cómo nos entroniza de nuevo al hoy frustrado y ayer frustrante expresidente.

Ya con sus ocho años tuvimos y, de paso, tenemos que reservar energía para seguir lidiando con Santos.

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Fin de folio. Lo más lógico en política es que los partidos pregunten a sus seguidores lo que en un momento dado piensan y quieren. Es lo que se propone hacer el Polo entre sus parciales, frente a la propuesta de impulsar por referendo un acto legislativo de revocatoria del mandato a los congresistas. 

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