¡YO ACUSO!
22.03.2017 04:23BBVA financió campañas de Santos, Mockus, Pardo y Marta Lucía en el 2010
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Nosotros denunciando la corrupción y otros fomentándola, disimulándola y encubriéndola
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Por: JAIME ARAUJO RENTERÍA
GES (GRUPO EDITORIAL EL SATÉLITE)
Director: Octavio Quintero
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Referencia: ¡YO ACUSO!
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Introito
A la luz de estos hechos que se narran a continuación, el perdón que Antanas Mockus extendió al presidente Juan Manuel Santos por la financiación ilegal que recibió de Odebrecht, tan publicitado en todos los medios adictos al gobierno, es más un auto-perdón por la financiación también ilegal que recibió el “inmaculado” Mockus del Banco BBVA, en la misma campaña del 2010.
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El 29 marzo del 2011, acudí a la asamblea general de accionistas de la filial en Colombia del BBVA (banco extranjero español). En esa asamblea, en presencia de los directivos del banco, de los accionistas que concurrieron y de las autoridades que hicieron presencia, formulé denuncia y pedí que se sancionara a ese banco extranjero por haber violado la constitución y la ley de Colombia, al financiar a cuatro partidos políticos colombianos que tenían sendos candidatos a la Presidencia de la República, así: Partido de la U, con su candidato Juan Manuel Santos; Partido Verde, con Antanas Mockus; Partido Liberal, con Rafael Pardo y, Partido Conservador con Marta Lucía Ramírez.
Pasados varios días, sin obtener una respuesta oficial a mi primera petición, formulé una nueva denuncia y solicitud de sanción ante el superintendente financiero, Gerardo Hernández Correa, donde señalo los hechos violadores, las normas jurídicas violadas y las sanciones que solicito. El superintendente, no solo violó mi derecho de petición, al no dar respuesta oportuna a mis denuncias, sino que ocho meses más tarde (el 22 de noviembre de 2011), ya por fuera de los términos, me informa que va iniciar una actuación administrativa. Hasta hoy (22 de marzo del 2017), no he recibido una respuesta a mi denuncia; en cambio, el negligente superintendente, fue premiado y ascendido a codirector del Banco de la República (¡Aleluya!).
Apartes de la denuncia
Hago a continuación un breve resumen de las irregularidades que denuncié en su momento ante la Superintendencia financiera y en cuyo archivo deben reposar:
1). En ejercicio del poder que me fue conferido, procedí a revisar los libros y papeles a disposición de los accionistas. En la página número 398 (de 630) correspondiente a las donaciones hechas durante el ejercicio social, me encontré con que se habían hecho cuatro donaciones a partidos políticos, durante la campaña presidencial del año 2010 así: Partido Liberal, $125 millones; Partido Verde, $125 millones; Partido de la U, $ 125 millones de pesos; y, Fondo Nacional Económico del Partido Conservador, $125 millones, para un total de 500 millones de pesos.
2). La ley colombiana tiene establecidos que las campañas presidenciales comienzan cuatro meses antes de la primera vuelta presidencial. La primera vuelta se realizó el día 30 mayo 2010; en consecuencia la campaña presidencial se inició el 30 enero del mismo año. La autorización de la junta directiva del BBVA, presidida por el exministro Carlos Caballero Argáez, se produjo por unanimidad el 27 abril del 2010, según costa en el acta No. 1545, es decir, estando en plena campaña presidencial.
3). Existe una diferencia fundamental entre las personas físicas y las personas jurídicas: mientras las primeras todo lo pueden y su capacidad se presume, las personas jurídicas sólo pueden realizar los actos o los contratos que estén dentro de su objeto social. En ninguna parte del objeto social del banco BBVA, está la autorización expresa para financiar campañas políticas de candidatos o partidos durante los debates electorales.
4). Lo más grave es que el BBVA sabía que estas prohibiciones existían, y sin embargo a ciencia y paciencia procedió a violar la constitución, la ley y la jurisprudencia de la Corte Constitucional, para lo cual acudió a una especie de fraude a la ley, que consistía en financiar las campañas, por conducto de los partidos que estaban en campaña política; sin embargo se les olvidó que esto tampoco podía hacerse.
5). Como los estados financieros que hoy se presentan violan la ley, no pueden ser aprobados; las deducciones de impuestos, producto de esas donaciones, tampoco son válidas y en consecuencias ni la Superintendencia Financiera ni la Dirección de Impuestos Nacionales (DIAN), pueden aceptarlas. Los responsables de ese acto presuntamente violatorio de la constitución y la ley deben responder con su patrimonio propio; deben reintegrar la suma de 500 millones a los accionistas para que aumente su dividendo. La Superintendencia Financiera debe hacer uso de todas sus facultades legales para sancionar a los responsables, incluidas las sanciones más fuertes como la remoción de todos los que participaron en este acto. Si además existen sanciones de otra naturaleza, esto es por ejemplo penales, debe dar aviso a las autoridades competentes, esto es la Fiscalía General de la Nación.
Más adelante dije:
Además de los hechos y argumentos arriba señalados, que como ya informé fueron denunciados por mí ante la asamblea de accionistas del banco, me valgo de la ocasión para adicionar mi petición con otros:
- La norma jurídica que hay que tener en cuenta para verificar la violación del régimen constitucional colombiano es el artículo 109 de la constitución, modificado por el acto legislativo 1 de 2009, articulo 3, en la parte pertinente, que es y era la norma vigente y por lo mismo violada, al momento que se hizo la donación ilegal por parte de la junta directiva del banco BBVA:
(…)
Es prohibido a los Partidos y Movimientos Políticos y a grupos significativos de ciudadanos, recibir financiación para campañas electorales, de personas naturales o jurídicas extranjeras. Ningún tipo de financiación privada podrá tener fines antidemocráticos o atentatorios del orden público.
Más adelante dije:
Si se observa bien el acta del día 27 abril del año 2010, de la junta directiva número 1545 de esa fecha; que fue donde se autorizó la violación de la constitución, se ve que el subconsciente traicionó a los miembros de la junta directiva del banco BBVA, pues, el numeral 5 comienza diciendo textualmente (…) “En estas condiciones puede concluirse que es ILICITO hacer aportes a los partidos políticos para propósitos distintos a las campañas presidenciales…”. Es decir, a pesar de conocer la ilicitud hicieron la donación prohibida por la constitución de Colombia. Esto hace su conducta mucho más reprochable.
Odebrecht: Crónica de una corrupción anunciada
Hace más de cinco años vislumbré la corrupción de Odebrecht, y nadie entonces paró bolas.
En efecto, hace un par de semanas, el Canal 1 de televisión reseñaba apartes del interrogatorio que sobre la Ruta del Sol (RDS) y Odebrecht (que ya olía a podrido), formulé al hijo del expresidente Uribe: Tomás Uribe Moreno (TUM), el día 22 de agosto del 2011, delante del entonces procurador, Alejandro Ordóñez, sobre cuál era su interés en la reunión con Odebrecht, y si era cierto que él era la persona que había concertado e invitado a la reunión celebrada en Panamá sobre la RDS entre Odebrecht, Miguel Nule, TUM y un amigo de este último. No sobra recordar que el procurador Ordoñez, no conminó a TUM a que me respondiera, ni le preguntó sobre Odebrecht ni sobre ningún otro tema.
Lo que el canal 1 no reseñó fue que TUM ya había sido citado con anterioridad y no había comparecido y que inmediatamente tomó la palabra, manifestó que yo lo citaba porque era enemigo de su padre, afirmación que rechacé porque no era cierta. Mi conducta siempre fue la misma: cuando el Gobierno y el Presidente respetaban la constitución, les daba la razón; cuando la violaban, jamás les di la razón; pues ese es el rol institucional del guardián de la constitución: ser honesto, imparcial e independiente. Independencia que el gobierno del presidente Uribe siempre me cobró muy caro, muchas veces y de distintas maneras y para no hacer una larga lista, me basta con señalar 2 a título de ejemplo: la denominada Operación Amazonas de junio de 2005, que denunció entre otros, Juan Gossaín, y donde quedaba claro que yo fui el objetivo de esa operación, que no era sólo espionaje e interceptación, sino que implicaba además sabotaje, desinformación y difamación, utilizando todos los medios de comunicación incluidos el internet, chats y páginas web que se montaban en Colombia y en el exterior; columnas de periodistas de prestigiosos periódicos nacionales desinformando, por no decir que calumniándome; guerra jurídica en mi contra; etc. Además de la Operación Amazonas, el gobierno Uribe, montó otras del mismo corte mafioso como fueron las operaciones Transmilenio, Bahía, Arauca, Europa, etc. etc., donde quedaba claro que el gobierno nacional de derecha no aceptaba que la oposición existiera, y mucho menos que les hubiera quitado el segundo cargo nacional, la Alcaldía de Bogotá.
La otra fue el acta reservada que el DAS entregó al presidente Uribe y que aparece en el libro “ChuzaDAS: ocho años de espionaje y barbarie", de Julián F. Martínez (pags. 41 y 42), donde señalan algunos de los actos que el gobierno Uribe realizó en mi contra en el siguiente párrafo:
(…)
Detectives del organismo realizaron un acta "reservada" el 12 de agosto de 2005 en el que dejaron consignadas las posturas de los magistrados de la corte constitucional frente a la reforma constitucional que permitió la reelección del presidente Uribe. En el cuadro se determina la posición ideológica de cada miembro que, en ese entonces, eran más quienes se oponían en la Corte, que los que estaban de acuerdo con declarar exequible un segundo gobierno de Álvaro Uribe. El folio fue marcado por el G-3 con la evidencia manuscrita "Presidente" y fue realizado después de un trabajo de inteligencia a los magistrados de la Corte Constitucional. Así la Presidencia de la República utilizaba el organismo de inteligencia estatal con fines políticos.
De similar visión del mundo (también violador de la constitución y cercano al nazi fascismo), era (y es) el procurador Ordóñez, a quien me tocó enfrentar, primero, como presidente del Consejo de Estado, pues, se oponía a que los ciudadanos defendieran sus derechos por vía de la tutela; y, después, como Procurador General de la Nación al denunciarlo públicamente, y en su presencia, como violador de los derechos de las mujeres, de los indígenas, de los afrodescendientes, de quienes tienen preferencias sexuales distintas a la suya, etc. etc.. Y lo desenmascaré en su alianza y pacto con los corruptos, y como enemigo de los sectores democráticos. Por denunciar su corrupción públicamente también fui objeto de su persecución.
En nuestro último artículo nos quejábamos de lo paradójico que era el tránsito de la guerra a la paz en Colombia; del pasado al futuro; de lo deleznable y abominable a lo bueno y a lo correcto, y decíamos:
(…)
Lo más paradójico de todo lo que ha sucedido hasta ahora, es que nos presentaban los acuerdos de La Habana, como el pasaporte hacia un futuro luminoso, transparente, promisorio, hacia la tierra prometida y el retorno al paraíso perdido. Todo lo abominable del pasado: comenzando por la corrupción, las mafias en la política, la inmoralidad social y administrativa; la putrefacción y la podredumbre en la política, quedarían atrás; la deshonestidad, la depravación y la perversión social, económica y política, serían cosa del pasado; para conocerlas, tendríamos que ir al museo de los vicios del ayer. Lo paradójico es que a los usurpadores de la soberanía popular, se les ocurrió, que los sepultureros de ese pasado abominable, ignominioso, repugnante e indigno, debían ser precisamente quienes mejor encarnaban sus vicios, su inmoralidad: la clase política y dentro de ella, el escenario donde se magnifican sus imperfecciones, degeneración y depravación: el Congreso de la República (con contadas excepciones). ¡Qué paradoja: del reino de los vicios fuimos transportados al reino de la virtud, precisamente por quienes encarnan y simbolizan esos vicios! La nueva paradoja es que el rey de la mermelada, el presidente Santos, sea ahora el abanderado de la lucha contra la corrupción.
Hoy el Rey de la mermelada ha quedado al desnudo, y ni la careta del Nobel le sirve para presentarse como novel en temas de corrupción, y cuando se mira al espejo, ya no ve su cara sino que encuentra una parecida: la de Uribe.
A los corruptos, muchos de los cuales tienen asiento en el Gobierno y el Congreso, que se apoderaron del proceso de paz y luego del tema de la anticorrupción, les recordamos que la sociedad civil está furiosa, indignada, que no va seguir permitiendo que los corruptos le arrebaten la soberanía y el poder constituyente; que sigan cometiendo Soberanicidio…
¡Basta ya! Solo el pueblo reunido en una CONSTITUYENTE POPULAR, democrática y soberana, ratificada con posterioridad por ese mismo pueblo, por medio de un referéndum, puede diseñar las nuevas instituciones que hagan cambios estructurales en la sociedad colombiana, incluida la verdadera lucha contra la corrupción.
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