¡Errores históricos!
10.03.2013 15:49
Los mitos del Bicentenario de Barranquilla
Por: Jaime Colpas Gutiérrez
(Profesor de Uniatlántico, doctorando en Ciencias Humanas)
Nota de la Redacción: El profesor de la Universidad del Atlántico (Uniatlántico), Jaime Colpas Gutiérrez, doctorando en Ciencias Humanas, pone al descubierto el sartal de imprecisiones históricas que se registraron en diversos eventos conmemorativos del Bicentenario de Barranquilla, a fines del año pasado.
El texto de esta histórica rectificación ha sido allegado a El Satélite Digital, por el escritor (La Casa de los Cauchos), Jaime Lustgarten a quien agradecemos tan valiosa colaboración, como agradecemos también a nuestros lectores la masiva difusión de este texto, con el fin de que las aclaraciones aquí observadas contribuyan a enderezar la historia y evitar la transmisión del yerro a las futuras generaciones.
Texto del artículo:
La ciudad florecida por la primavera de los robles rosados del 2013 ha escuchado o leído la voraginosa palabra: Bicentenario, sobre todo en la última temporada del carnaval del Bicentenario. Sin embargo, cientos de miles de receptores de este término lingüístico conmemorativo e historiográfico, aún desconocen su significado local.
Esta pequeña torre de babel bicentenaria, a pocos semanas del festejo de la efeméride siete abrileña, se propaga en una atmósfera mitaca, festiva y ensoñadora; poco tendente hacia la pedagogía cívica y explicativa, con su raíz histórica basada en el discurso de la historia crítica, difundido a través de la enseñanza en todos los niveles educativos, profesionales, comunicativos, políticos y dirigenciales.
Prueba fehaciente son las reiteradas formas discursivas de actores y usuarios que por el desconocimiento del pasado gestan, consciente o inconscientemente, nuevos mitos que se suman a la cadena de mitos de la historia barranquillera (Colpas, 2004), y que se hilvanan en la modernidad trucada del subdesarrollo (Marshall Berman, 1991: 239), ahora pegada al zocolo díscolo del TLC y la globalización. La pregunta central es: ¿Sí habrá un espacio para el análisis o es que aún estamos lejos de ser una urbe con pensamiento moderno?
Los mitos del pasado son creados por sus actores, o los historiadores no profesionales carentes de una formación científica, por lo que el historiador británico Peter Burke dice que los mitos historiográficos… “Son los relatos del pasado que pueden ser considerados como falsos, o en cierta manera engañosos”… (1999:7).
Existen también los mitos del presente, que se generan por un plan justificativo, o el abuso de la ficción que se arraiga a tal intencionalidad ideológica de la diletancia y de los descognoscentes del pasado.
El profesor Milton Zambrano, columnista del periódico digital Zonacero.info, se refirió al mito del presente en el discurso del Bicentenario (¿Cuál carnaval del Bicentenario?: 31,2), así: “En este 2013 no celebramos el Bicentenario de la fundación de Barranquilla ni los doscientos años de Curramba, por la sencilla razón de que nuestra urbe no fue fundada y porque sus días en la historia sobrepasan los dos siglos”.
Más aún, el relato heroico de la historia de Barranquilla se entremezcló en la caricaturesca trasmisión de la Batalla de Flores en la que el presentador, Guillermo Escalante, con histrionismo caribeño narró pasajes del pretérito de la Puerta de Oro, a la que la desbordante ficción del libretista la llenó de anacronismos europeizante y africanos desde el varadero de canoa que vio el cronista Juan de Castellanos en la expedición conquistadora de Pedro de Heredia en 1533, hasta su ascenso como la Arenosa.
Estos mitos que encubren la verdad y compiten con la imaginación macondiana de nuestro nobel de literatura, los vimos pulular durante los últimos días del pasado año cuando el canal regional Tele Caribe emitió un breve documental sobre los “Cien Años de la Aviación Colombiana” y en el cual la voz melodiosa de Andrés Salcedo narró este invento catedralicio que falseó la gesta del correo aéreo en Colombia, así: “El 29 de diciembre de 1912 el banquero José Víctor Dugand trajo el primer avión a Barranquilla. Su piloto George Smith llevó el correo desde Barranquilla hasta Puerto Colombia, siendo el primer vuelo en tierras colombianas”.
Al ver este documental con ojos de incredulidad en esta urbe que he llamado ‘Mitoquilla’ entré en paroxismo al ver como en las gestas centenarias y bicentenarias se construyen nuevos mitos del presente, porque no fue Míster Smith el que llevó el correo a Puerto Colombia sino el pionero de la aviación latinoamericana William Knox Martin, hecho efectuado el 18 de junio de 1919, al lado del empresario Mario Santo Domingo del cual existen registros fotográficos y gráficos.
Tampoco es verdad que el banquero José Víctor Dugand trajo el primer avión a Barranquilla, este fue un espectador más de este hecho exótico en el parque Once de Noviembre junto con el empresario antioqueño Don Felipe Santiago Escobar (Véase: El Progreso, Barranquilla, 1 de enero de 1913). Ni mucho menos este fue el primer vuelo en aires colombianos, sino que este lo había realizado días antes en Santa Marta. También fue errada la fecha de conmemoración promovido por la actual alcaldesa, el 12 de diciembre, fecha en que supuestamente se realizó el vuelo de Smith (este error fue reproducido en cadena por toda la prensa y televisión colombiana, incluyendo El Tiempo, Espectador y la Revista Semana). Aquí también hubo error y desacierto por parte de sus asesores históricos, ya que el festejo se realizó en un día mítico y no el histórico acaecido el 29 de diciembre. En esto si acertó Tele Caribe pero con un libreto lleno de falsedades e inconsistencias, no se sabe con que intencionalidad. De igual modo resultó ahistórico el pasabordo simbólico que les entregaron a los pasajeros del Ernesto Cortissoz en honor del 12-12-12 que conmemoró los 100 años de la aviación en Colombia.
Por lo que el acreditado programa de historia y el Museo de antropología de Uniatlántico estarán realizando el debate mensual crítico del Bicentenario como espacio para el análisis y pensamiento humanístico, en el cual distintos historiadores, académicos, antropólogos, críticos de literatura, sociólogos, comunicadores, artistas y musicólogos dialogaran sobre diversos tópicos de nuestro pasado y presente de la urbe, así mismo se realizará un concurso entre los artistas para elaborar el mural del bicentenario y el concurso del mejor ensayo sobre este suceso histórico que aún la ciudad mítica soslaya.
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