¡CARROÑEROS!

07.02.2019 08:37

Colorín Colorado, 

este cuento no ha acabado

La Federación de Cafeteros espera una mano del Gobierno para atender obligaciones pensionales de los extrabajadores de la Flota Mercante Grancolombiana que pasarían a cargo de la nación. “Que no sea tan tragona”, dicen los supérstites de la otrora “Patria en los mares”

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Informe: REDGES

Contactos:

Enrique Cadavid y Alejandro López

Fuentes: El Mundo y El Colombiano, de Medellín

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El último zarpazo que la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) prepara contra la extinta Flota Mercante Grancolombiana (FMG), un cadáver más en el cementerio de empresas que dejó la abrupta apertura económica del gobierno Gaviria en 1990, es zafarse jurídicamente de la obligación de responder por 490 pensiones supérstites de la otrora poderosa “Patria en los Mares”.

En realidad, no es últimamente, sino desde comienzos de este siglo que la FNC impulsa ante los tribunales judiciales su desvinculación del cargo pensional, y en el propósito, se hace acompañar de sugestivas informaciones estratégicamente colocadas en los más importantes medios de comunicación, en las que aduce que esa carga sale del bolsillo de los actuales caficultores y le resta vigor a los programas que la Federación desarrolla en beneficio del gremio a través del Fondo Nacional del Café.

“Eso no es cierto”, dice un veterano capitán de marina, Enrique Cadavid, quien sostiene viva la larga historia de la evolución de esa odisea que, inclusive, llevó al suicidio a varios extrabajadores de la Flota, cuando las cosas se apretaron tanto que terminaron aguantando hambre.

El capitán Cadavid va más allá y advierte a la Federación que no tire tanto de la pita porque “nosotros conocemos mucha letra menuda que, al hacerse pública, significaría que se le caiga la venda de los ojos al Gobierno nacional que, ahora en manos del presidente Duque, sí quiere hacer las cosas bien”.

El capitán no adelanta detalles de lo que llama “letra menuda” pero, rebujando en Google, se puede deducir que los valiosos activos de la liquidación de la Flota quedaron en manos de la Federación para sostener su frondosa burocracia política de élite, también supérstite hasta el día de hoy.

Es más, al final de la misma noticia colocada por la Federación en el diario El Mundo, de Medellín, y que motivó la nota del capitán Cadavid, un lector inserta el siguiente comentario:

Lo que ninguno de los personajes de la Federación dice en forma tajante es el hecho de que, en 1992, conjuntamente con la anuencia del Ministerio de Hacienda, se REPARTIERON los fondos destinados específicamente a las pensiones guardados en el extranjero y se los repartieron como UTILIDADES entre el Fondo Nacional de Café y la Federación de Cafeteros. De ese hecho aberrante no dicen ni mu, y ahora lloran en nombre de las familias cafeteras. Por eso la han condenado en las dos instancias, pero asómbrese, después de más de 13 años de estar este proceso en primera instancia. Investiguen y encontraran la verdad de este asunto.

Además, el asiduo internauta en REDGES, Alejandro López Ortiz, recuerda que en algún artículo que leyó hace años sobre el asunto, se informaba que la intervención directa del entonces presidente Uribe Vélez, facilitando que la FNC asumiera el pasivo pensional de la FMG, no era en solidaridad con los jubilados de la FMG, sino por otro tipo de intereses económicos.

Ahora bien, aprovechando el comentario del capitán sobre Colpensiones, cuando dice que la presión de la Federación va dirigida a que el Gobierno nos pase a la tigrera que significa depender de Colpensiones, un fondo desfinanciado en un 70% y que depende de la caridad anual del gobierno de turno”, fuera bueno precisar, en gracia a la verdad más amplia que se podría configurar en este debate…

Al parecer la campaña de desprestigio de Colpensiones, también sostenida en los medios por el sector privado en el afán de quedarse con todos los dineros que aportan los trabajadores activos a pensiones, ha hecho cabida en el imaginario colectivo. Es un debate pendiente que también se está librando en los actuales momentos alrededor de la cacareada reforma pensional que desde el 2014 se viene anunciando, y aplazando una y otra vez, porque, también en este campo se viene desnudando “letra menuda” como que los fondos privados es el mejor ejemplo de la famosa sentencia que corrió ‘sotto voce’, porque entonces no existían las redes sociales, que en el modelo neoliberal la fórmula de éxito es repartirse las utilidades y socializar las pérdidas. Esta sentencia encierra tanta verdad que desmiente también que Colpensiones sea, como dice el capitán, “un fondo desfinanciado que depende de la caridad” … Ojalá, no vayan a dejar a los veteranos pensionados de la Flota en manos de los fondos privados de pensiones porque ahí sí, como popularmente se dice, sería “pasar de guatemala a guatapeor”.

 

A todos los compañeros de la Flota…

Dice la nota del capitán Cadavid, enviada a la REDGES por el asiduo internauta, López Ortiz:

Compañeros y amigos pensionados de la FMG:

El pasado jueves 31 de enero, apareció en el periódico El Mundo.com el artículo escrito por Javier Restrepo González, especialista en periodismo investigativo de la Universidad de Antioquia.

Se trata de un excelente artículo, muy bien enfocado y con datos interesantes, pero, desgraciadamente, manipulado por quien supuestamente le suministró la información: la directora jurídica de la FNC, Ligia Helena Borrero.

El objetivo del artículo es el de convencer a la opinión pública, y de contera al Gobierno nacional, de que la FNC está siendo injustamente endilgada con la obligación de pagar nuestras pensiones usando los dineros del Fondo Nacional del Café. Estos dineros, que en realidad son de la DIAN, del pueblo colombiano, los administra la FNC desde hace casi 100 años, en beneficio principal de su burocracia de élite. Ya todos sabemos que la FNC no está administrada por cafeteros sino por políticos disfrazados de cafeteros, políticos que han aprendido a portar el sombrero, el poncho, las alpargatas, el carriel y el zurriago.

Como podemos deducirlo, la FNC está en campaña para quitarse de encima la obligación legal y ética que tiene de pagar nuestras pensiones, usando los dineros del Fondo Nacional del Café.  El pago de nuestras pensiones no sale de los bolsillos de la FNC, sino de dineros del Gobierno colombiano que la FNC administra.  Lo que sucede es que la FNC siempre ha usado esos dineros para mantener su inmensa burocracia política de élite y se siente incómoda teniendo que sacar el 10% de los dineros que recibe el Fondo para pagar nuestras pensiones.

La información referida está manipulada, entre otros hechos que, presuntamente al periodista no le informaron:

a) La FNC se apoderó totalmente de la administración comercial de la FMG desde los años de 1960, relegando a los marinos a operaciones de carga exclusivamente.

b) La FNC se apoderó exclusivamente del programa de construcción de buques, desde finales de la década de 1960, aproximadamente. Bajo su excluyente dirección, se inició la construcción de buques multipropósito en la URSSS, en los obsoletos astilleros de Polonia. Ese tipo de buques, escogido por los marinos de la FMG, era el adecuado en un principio, pero en pocos años se empezó a introducir en el mercado marítimo mundial el buque portacontenedores, el cual desplazó al buque multipropósito que la FNC construía en Polonia.  La FNC no cayó en cuenta de estos cambios tan drásticos en el tipo de buque, porque carecía de criterio marítimo. La FNC no se dio cuenta de que se estaba gestando la revolución de transporte marítimo más grande de la historia: con el contenedor surgió el dominio de la logística como determinante del éxito de una empresa marítima en el transporte de carga.

Consecuentemente, hacia finales de 1980, la FMG estaba técnicamente quebrada, porque tenía una inmensa flota de buques multipropósito, nuevos y costosos, que de nada le servían, y con los cuales no podía competir en el nuevo mercado de fletes dominado por los buques portacontenedores.

c) El día 4 de julio de 1989, el nuevo presidente de USA, George W. Bush (padre), cedió ante la fuerte presión de la ‘International Coffee Organization’ (ICO), y acabó con el acuerdo internacional de precios y cuotas del café, instaurado por John F. Kennedy con el fin de proteger a los caficultores del Tercer Mundo de la especulación de las empresas multinacionales en el libre mercado. En esta fecha, en dólares de hoy, el precio del café estaba en US$3.57 por libra.

Una historia poco conocida en Colombia, pero muy generalizada entre los marinos de la Flota, era que, la oculta y presunta razón del presidente Bush para acabar con el Pacto Internacional del Café, era que la FNC estaba traicionando a Occidente, específicamente a USA, con la construcción de buques en la URSS, su principal enemiga política. Además, los buques estaban siendo pagados a la URSS con café de la retención, el que se guardaba en los silos de Chinchiná, café que se le entregaba a mitad del precio internacional. Y más grave aún es que, la Flota, ignorante de esas transacciones comerciales, le pagaba a la Federación la factura completa, aproximadamente US$ 25 millones por buque.

d) En la década de los 90, se le quebraron a la FNC cerca de quince empresas, como consecuencia de la estrepitosa caída de los precios del café en el mercado libre, caída de la cual nunca ha podido recuperarse.

e) En el año de 1993, la FNC, en calidad de matriz dominante de la FMG, y con el respaldo del Gobierno colombiano, se dispuso abusivamente que la Flota le entregara los dineros guardados en el Chase Mahattan Bank de New York, US$ 240 millones de la época, los cuales eran el respaldo de las pensiones de los trabajadores de la FMG. En esos momentos, la FNC estaba atravesando la peor borrasca financiera de su historia, como consecuencia de la terminación del Pacto Internacional de precios del Café.

f) En el presente, la Federación, hambrienta por tomarse todos los dineros del Fondo Nacional del Café, fondos que en realidad usa para mantener a su enorme burocracia política de élite, y aduciendo que es para sostener las necesidades internas de los caficultores (como el proyecto de renovación de cafetales), presiona para que el Gobierno no siga usando los dineros de la nación en el Fondo Nacional del Café para pagar nuestras pensiones, sino para que el Gobierno nos  pase a la tigrera que significa depender de Colpensiones, un fondo desfinanciado en un 70%, y que depende de la caridad anual del Gobierno de turno.

g) Etc, etc.

El artículo que remito del periodista Restrepo es importante, porque condensa los argumentos que está manejando la FNC en su campaña mediática, para quitarse de encima la obligación legal y ética que tiene de pagar nuestras pensiones como administradora del Fondo Nacional del Café.

Así como la FNC está haciendo campaña mediática para socializar su objetivo de dejar de pagar nuestras pensiones, de la misma manera nuestras asociaciones sindicales deben responder eficientemente en el mismo campo de batalla, apabullando a la FNC. Sería bueno advertirle previamente a la Federación que nosotros conocemos mucha letra menuda, que, al hacerse pública en medio de esta lucha sindical, significará que se le caiga la venda de los ojos al Gobierno nacional, gobierno que ahora en manos del presidente Duque, sí quiere hacer las cosas bien. 

Por lo tanto, lo mejor que puede hacer la FNC es darse cuenta de que no puede manipular la verdad histórica, y que lo mejor es que abandone su intención de presentar ante la Corte su actual Recurso de Casación; al fin y al cabo, nuestras pensiones sólo pesan el 10% de lo que administra la FNC; ¡¡¡Que no sean tan tragones!!!

Buen viento y buena mar,

Enrique Cadavid

Capitán de Marina

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