LE LLEGÓ LA HORA A ENVIGADO
Sólo por consideraciones eminentemente políticas que agitaban el ambiente de la época, concretamente al promediar la década de los ochentas, el municipio de Envigado se abstuvo de hacer parte de la naciente institución, Área Metropolitana de Medellín
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ARMANDO CARDONA CATAÑO
(armandoc@une.net.co)
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En su momento se consideró que por estar al frente de la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín los jefes de los partidos tradicionales del momento, Álvaro Villegas Moreno y Bernardo Guerra Serna, respectivamente, Envigado perdería autonomía política. Esta actitud fue respaldada unánimemente por quienes eran los dirigentes del momento, y quien esto escribe, lo dejó claro cuando en su ejercicio de Diputado, llevaba la vocería del Partido Liberal.
Pero las cosas han cambiado desde hace rato y es por ello por lo que consideramos que Envigado debe hacer parte de este organismo de integración y en este propósito el ex alcalde Héctor Londoño Restrepo inició una serie de contactos y estudios que tamizaran el camino para llegar a este realidad. Para ello se asesoró del ex magistrado Guillermo Mejía Mejía, para que no solo estudiará los caminos jurídicos del caso, sino para que desde una oficina independiente persuadiera a los envigadeños de la conveniencia de la integración.
El actual Alcalde, Raúl Cardona ha coincidido con este propósito y para ello ha dado pasos definitivos para llegar a esta realidad.
Medellín necesita a Envigado en su proceso de integración teniendo en cuenta que la zona urbanística más pretendida en este momento en el Valle de Aburrá, es la colindante de las dos ciudades y en tal virtud, el desarrollo tiene que ser armónico en todos los órdenes. Es por ello por lo que Envigado debe poner condiciones claras y concretas sobre cuál será la contraprestación, especialmente en lo que tiene que ver con su manejo ambiental, para que los ciudadanos, en la consulta popular que impone la ley, tengan claros los beneficios y la conveniencia. De este propósito debe desligarse cualquier pretensión política futura de algún funcionario de Medellín, que quiere en su momento, pasar la cuenta de cobro electoral sobreviniente.
