NO SON MUCHOS PERO SON MUY MACHOS

NO SON MUCHOS PERO SON MUY MACHOS

LOS PEQUEÑOS Y MEDIANOS CAMPESINOS ALIMENTAN AL MUNDO

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En no más que el 25% de la tierra cultivable (una cuarta parte), las pequeñas fincas responden por la mayor parte de la alimentación mundial, revela un informe de GRAIN (Hambrientos de tierra), que pone en entredicho las estadísticas avaladas por el director de la FAO, José Graziano da Silva, cuando al declarar el 2014 como el Año Internacional de la Agricultura Familiar, afirmó que “las fincas familiares ya tenían la mayor parte de la tierra agrícola mundial – la increíble cifra de 70%”, de acuerdo a su equipo.
Lo que también denuncia GRAIN es que el tamaño de las fincas pequeñas “continúa disminuyendo debido a un gran conjunto de fuerzas. Muy rápido estamos perdiendo fincas y campesinos en muchos lugares, mientras las grandes haciendas agrícolas se hacen más grandes. Una de las razones por las que los campesinos están desapareciendo es el rápido crecimiento de las plantaciones de monocultivo. En los últimos 50 años, 140 millones de hectáreas – bastante más que la tierra arable de China – ha sido acaparada para plantar soja, palma aceitera, canola y caña de azúcar”.
No obstante, los campesinos continúan siendo los principales productores de alimentos en el mundo. Por definición, la agricultura campesina prioriza la producción de alimentos para los mercados locales y nacionales y para las propias familias de los agricultores – no los cultivos de exportación y las materias primas. GRAIN compiló impresionantes estadísticas que muestran que, incluso con muy poca tierra, las fincas pequeñas producen el grueso del abasto alimentario de muchos países.
 Las fincas pequeñas son técnicamente más productivas que las enormes haciendas agrícolas. Las granjas industriales tienen enorme poder, influencia y recursos, pero las fincas pequeñas en casi todas partes sobrepasan en términos de productividad a las grandes propiedades. Si toda Kenya igualara el rendimiento de sus pequeñas fincas, la productividad agrícola de la nación se duplicaría. En Centroamérica casi se triplicaría. Si las grandes propiedades agrícolas rusas fueran tan productivas como las fincas pequeñas, el rendimiento se incrementaría por un factor de 6 a 1.
 La mayoría del campesinado son mujeres, y no obstante,  su contribución no es reconocida y siguen marginadas. La inmensa contribución de las mujeres al cultivo y la producción de alimentos no está capturada en las estadísticas oficiales. En casi todos los países, las mujeres siguen siendo discriminadas cuando se trata del control de la tierra.
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Redacción El Satélite/Fuente: GRAIN.ORG