LA CRISIS ALIMENTARIA

LA CRISIS ALIMENTARIA

Memorias mías:

Esplendor y marchitamiento
Del sector agropecuario
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Octavio Quintero

RED-GES/El Satélite/Director

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La correspondencia entre nuestros dilectos internautas en la RED-GES, Marco Tulio Osorio y Arnoldo Ramírez, ingenieros agrónomos, sobre el fortalecimiento de la agricultura colombiana y, por ende, de los campesinos y empresarios del sector agropecuario –no del sector agroindustrial, valga la aclaración--, me recuerda los tiempos en que el campo y su circunstancia era un actor de primera fila en todos los medios de la prensa nacional.
 
Tanto en El Tiempo como Caracol, por ejemplo, tenían periodistas especializados en el sector agropecuario y por lo menos una vez a la semana desplegaban suplementos agropecuarios llenos de variada información agrícola y ganadera. Eventos como la Feria Exposición Agropecuaria, alterna a la Feria Internacional de Bogotá, era todo un espectáculo.
 
Recuerdo tres periodistas y un fotógrafo que por esos años eran tan destacados, como los más celebres columnistas de la polarización que nos ahoga hoy: Timoleón Gómez, director de  “Caracol en el aire con su programa Caracol en la tierra”; Julio Roberto Bermúdez, jefe del Suplemento Agropecuario de El Tiempo, Carlos Giraldo, ingeniero agrónomo él, que con una “hojita” diaria, llena de notas agropecuarias, fotocopiada miles de veces, era admirado y temido en todo el sector público y privado nacional y, Jaime Niño (el Gordo Niño) que con su cámara al hombro, cuando la cámara y el equipo pesaban como una arroba, plasmó a la Colombia Agropecuaria a lo largo y ancho del país. Pero, por supuesto, había muchos otros medios y periodistas en todo el país a quienes debemos hacer extensivo este grato recuerdo.
 
Uno recuerda también la importancia y poder que ostentaban la Caja Agraria, El Incora y el ICA, que reflejaban bien la primacía del sector en el contexto nacional: eran fuente informativa obligada de todo el acontecer agropecuario nacional.
 
Esto que fluye de la memoria a mano alzada, es decir, muy propenso a la emoción, tiene su base política en el gobierno del presidente Alberto Lleras Camargo (1958-1962) y su Comité Nacional Agrario que luego recibe gran impulso en la reforma agraria de Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), y el arribo por primera y única vez de un Ingeniero Agrónomo al Ministerio de Agricultura: Armando Samper Gnecco.
 
Y todo este esplendor, para ir buscándole fin a esta nota, empieza a marchitarse en el gobierno del presidente Misael Pastrana Borrero (1970-1974) y su famoso Pacto de Chicoral (1972), que fue en la práctica una contrarreforma agropecuaria, reforzada en el “Revolcón” del presidente César Gaviria (1990-1994) y el advenimiento del neoliberalismo y sus famosos TLC con EE.UU y todos los demás países o empresas transnacionales que empezaron a entrar a troche y moche contra el sector agropecuario nacional.
 
Este periodista y los medios que coordina siempre tratarán de mantenerse neutrales frente a las distintas candidaturas presidenciales que se tallan para este año. Solo se limitarán a dar orientaciones sobre las condiciones socioeconómicas que harían más amable un gobierno de todos y para todos.
 
Mi impresión es que mientras persista el modelo económico neoliberal, el sector agropecuario seguirá sufriendo la consecuencia del libre mercado que, fuera admisible, si las mismas condiciones de producción agropecuaria imperaran en todo el mundo. Pero, no: sabemos que los países industrializados mantienen fuertes subsidios a su producción primaria, conscientes de que la suficiencia alimentaria es el pilar central de toda soberanía nacional. De hecho, y como anécdota histórica, fue la crisis mundial de los cereales en la década de los 80 lo que finalmente hizo “tirar la toalla” a la poderosa URSS en 1989, entre otros factores objetivos y subjetivos del episodio conocido como “la caída del Muro de Berlín”.
 
Vuelvo a insistir en el pensamiento de Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”: el que tenga ojos que vea y oídos que oiga.
 
Éxitos a Marco Tulio Osorio y Arnoldo Ramírez a quienes registro en la RED-GES con un entusiasmo desbordante por rescatar el prestigio y predominio del sector agropecuario nacional en el contexto del desarrollo económico y social del país. En la medida de mis capacidades y entusiasmo en la misma dirección, cuenten incondicionalmente con este servidor,
Octavio Quintero
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Fin de folio.- Los pensionados tienen un buen menú político para votar en las próximas elecciones de Congreso entre aquellos parlamentarios que apoyaron desde un principio la reducción de los aportes a salud del 12 al 4%. Ojo con aquellos que se subieron al tren cuando ya tenía impulso.
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