HACIA LOS AÑOS VIEJOS...

HACIA LOS AÑOS VIEJOS...

“De prisa como el viento van pasando, los días y los años de la infancia”…

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Crónicas El Satélite/Octavio Quintero

(Agosto 01 de 2015)

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Libardo Ariza, un “alquimista espiritual” muy aterrizado, habitual colaborador en RESES (Red Social El Satélite), nació viejo. Desde hace muchos años se dedica a prepararse, enseñando a los demás a ser viejos. En los primeros años, nadie le paraba bolas, porque la población colombiana tiene el síndrome de la eterna juventud: antes de los 50, nadie se ve viejo; y después de los 50, todos se ven jóvenes. Solo cuando los pasos y movimientos se tornan cansinos, y se vuelven frecuentes y graves, simples achaques; cuando para entonces ya uno está solo, empieza a ver que se volvió viejo sin darse cuenta.
 
Este síndrome que, psicológicamente puede ser bueno, en la praxis es malísimo, pues, lleva a la gente a verse en una falsa realidad sin cuestionarse asunto tan patético como, ¿qué va hacer y de qué va a vivir cuando sea viejo?
 
Una excepción es, Libardo Ariza: desde relativamente joven y productivo ya sabía que iba a ser inexorablemente viejo, y se dio a labrar, junto a la comunidad de su entorno laboral y social, un proyecto habitacional y económico que sirviera de ejemplo a una política nacional que asumiera el compromiso de garantizarle a los viejos un lugar social digno y productivo.
 
Y, aunque el Estado no le ha parado bolas, e inclusive la misma población-objeto de su visión geriátrica es pesimista, “El alquimista”,  como él mismo se autoproclama, siguió y sigue adelante, convencido de que con el paso de los años, tanto los gobiernos nacional y locales como los jóvenes y adultos de hoy se percaten de que hay un futuro más allá de los 60 que no se puede dejar a la suerte y al azar.
 
A propósito, es tan evidente el abandono del Estado a esta suerte inexorable de llegar a viejo que el último estudio oficial que se tiene sobre un documento elaborado con la intención manifiesta de diagnosticar la proyección hacia la tercera edad, su dependencia y servicios sociales en Colombia, data del 2005. Hace 10 años en dicho documento se dice: 
 
“…El aumento progresivo de la población colombiana, especialmente del grupo de los adultos mayores, representa un desafío para las políticas y los recursos en lo concerniente al desarrollo, la calidad de vida, el cumplimiento de los derechos y la inclusión social… Del total de la población adulta mayor de 65 años, (el 6,3%, algo así como 3 millones de personas), se encuentra en las principales ciudades: Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla”.
 
¿Y, qué se ha hecho o se está haciendo? Todo lo que se ve es una política “asistencialista” abiertamente politizada, en la que los viejos de Colombia son reducidos a “Casas de abuelos” en las que se les reparte a los más pobres –la inmensa mayoría— un mercadito mensual  a condición de que sean obsecuentes con el alcalde de turno.
 

Caminante no hay camino

De vuelta a El alquimista, Libardo Ariza, y frente al introito realista de la nota, cobra valor su visionario proyecto que hoy describe mucho más seguro de sí mismo desde Tena, Cundinamarca, “disfrutando de mi vejez, útil y productivamente”.
 
Dedicados a la producción, transformación y comercialización de hierbas aromáticas en el conjunto agroindustrial Moravia, el equipo de veteranos del campo pasa los días entre matas de romero , pronto alivio, cidrón , menta, yerbabuena, albahaca, manzanilla, mastranto y vetiver, y plantas alimenticias funcionales como el sacha inchi y la cúrcuma.
 
 “Estamos produciendo aceites esenciales y aceites para masajes que ayudan mucho para aliviar las dolencias músculo-esqueléticas que tanto nos afectan a los adultos mayores, y ahora también a la gente joven, por el uso de las nuevas tecnologías (tecnoestrés), fruto de movimientos repetitivos, estrés laboral crónico, mala alimentación y contaminación ambiental.
“En mi parcela, he montado un vivero y un pequeño laboratorio experimental para producir y adecuar semillas y esquejes para distribuirlos entre los pensionados y adultos mayores no pensionados que hacen parte del programa de envejecimiento activo en las diferentes granjas que están en funcionamiento en Tena , La Mesa , Apulo y Melgar.
 
“Actualmente estamos promocionando la siembra de plántulas de vetiver, para contribuir a mitigar los efectos del calentamiento global, pues esta planta es la mejor para capturar CO2 y está siendo recomendada por el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud. Este programa lo hemos denominado " Responsabilidad social ambiental con nuestra casa, en procura de concienciar a todos --viejos y jóvenes--, en una relación intergeneracional sobre el compromiso moral y espiritual de cuidar nuestra casa. (Ver la encíclica verde, del Papa Francisco).
 
“Para exponer y comercializar los productos de las granjas, hemos montado una ecotienda en  La Mesa. Ha sido una experiencia maravillosa, no sólo por el éxito en las ventas a los habitantes del pueblo, si no para la población flotante de los fines de semana y los  puentes festivos. Damos charlas sobre el programa denominado "Envejecimiento Activo", para concienciar a  todos sobre la importancia de aprender a envejecer.
“Las ecotiendas llegarán a ser una fuente de trabajo para adultos mayores, discapacitados, mujeres cabeza de familia, desplazados y para el reintegro a la vida libre de reclusas”.
 
¿Eso quiere decir que ahora sí le están parando bolas?
“Sí, le cuento que he venido participando en reuniones  promovidas por el Ministerio de Salud, en la construcción de la política pública de envejecimiento y vejez. En estas reuniones, en las que he estado, he notado la ausencia de las organizaciones de pensionados y de las centrales obreras. Me parece que sólo  interesa el tema del dinero o la cuantía de la pensión  (muy importantes de todas maneras) pero no se asume el tema del envejecimiento  y la vejez como debería ser, como asunto de estas organizaciones.
 
¿Y por qué a Libardo Ariza le gusta autoproclamarse “El alquimista
 “Pues, porque todo lo que hago tiene que ver con la “alquimia Espiritual”, responde… Y si alguien volviera a preguntar que es alquimia espiritual, tendría que volver a empezar a leer esta nota del envidiable viejo que desde joven se trazó su ruta para llegar hasta aquí con la frente en alto.