Empezó la cuenta regresiva de la reforma pensional con el mismo cuento: la bomba pensional

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Octavio Quintero (octubre de 2014)

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El informe especial de “Noticias Cero” que dirige en el Canal Uno el periodista Gustavo Gómez, sobre lo que tituló “bomba Pensional”, no era gratis; era, al parecer, un remitido del gobierno para abonar el terreno a una discusión que siempre termina ensartando a los pensionados con nuevas cargas, como cuando les subieron del 4 al 12 el aporte obligatorio a salud y les eliminaron la mesada 14, o como cuando les aumentan la edad y las semanas de cotización requeridas para alcanzar finalmente la menguante pensión.

Tan solo ocho días después del informe, el ministro de Trabajo, Lucho Garzón, exlíder sindical, dice: “La bomba pensional en Colombia ya estalló”.

El engaño queda patético: Este gobierno de Santos II lleva dos meses y pico de iniciado; un mes antes de la reelección les prometió a los pensionados que a cambio de su voto les reducirían del 12 al 4 por ciento el aporte a salud porque “era injusto", dijo después su vicepresidente Germán Vargas, que se les hiciera semejante discriminación frente a los trabajadores activos.

Por donde quiera que se mire, es una absoluta irresponsabilidad, y de mala fe, jugar con la ilusión de los más pobres de Colombia. Personas reconocidas de estadistas como Santos y Vargas (que el Lleras le queda grande), tenían por qué saber que esa “bomba” pensional ya estaba activada, y aún así tuvieron agallas para embaucar a los pensionados; y si no sabían de la “bomba”, peor: ¿Qué tal, los aspirantes a los dos cargos más importantes de la nación, ignorantes de semejante problema social?

Descubierta la trampa, los pensionados no deben seguir buscando el ahogado río arriba. Los primeros responsables del freno de mano que se le puso al proyecto de ley que cursa en el Congreso, son Santos y Vargas (que el Lleras le queda grande). Y claro, el papel de los ministros de Hacienda y Trabajo, junto con el de los congresistas, no pasa de ser el de buenos mandaderos, que a nadie debiera extrañar, salvo por lo infame de la mentira.

A los pensionados, habrá que decirles: ¡Tranquilos! “Perdiendo también se gana. Las pasadas elecciones no son las últimas en que participan Santos y Vargas Lleras; y si las cosas van como se dice, hasta el ministro Cárdenas irá a necesitar de votos, si es que talla su candidatura presidencial en el 2018. Y no descarten a Lucho; él o su delfín, también podrían requerir de algunos voticos de pensionados y sus familiares. El docto vulgo dice que “en carrera larga hay desquite”.

FIN DE FOLIO